Regalame Flores [Omegaverse] SHIN SOUKOKU / SOUKOKU

10

-¡Chuuya!- gritó alegremente Dazai en medio del pasillo.

-¡Cállate! No tienes que gritar.

-Oh, vamos.- dijo Dazai acercándose a Chuuya por el vacío pasillo.- No grité tan fuerte. Además, no hay nadie a quien molestar.

-Justamente ese es el problema. No hay nadie, no necesitas gritar al llamarme.

-Pero yo quiero gritar...

-Como sea, vámonos a casa.

-Claro~

Chuuya caminaba y Dazai le seguía.

-¿Sabes? Creo que las flores son más hermosas en invierno.- dijo Dazai viendo una florería.

-Tal vez porque no son comunes en esta época del año.

-¡Claro que lo son! Las parejas se regalan flores en Navidad.

-Son comunes en las florerías. Todos saben que en esta época no florece nada. Por eso es que las flores son más caras.

-Chuuya,- dijo ignorando el comentario anterior de Chuuya.- ¿Alguna vez has soñado en recibir flores de tu pareja?

-¿Qué?- dijo horrorizado Chuuya.- ¿Una pareja? No necesito una...

-Entonces yo tampoco...

-¿Qué?

-Nada.

-Supongo que alguna vez soñé con algo así...- susurró Chuuya.

...

Dazai se despertó a media noche por una llamada telefónica.

Estiró su brazo y tomó su celular para ver el nombre de Akutagawa escrito en él.

-Joder, es muy tarde...

Ignoró la llamada y se acomodó en su cama para seguir durmiendo, pero nuevamente su celular comenzó a sonar.

-¡agh! Maldición, y encima tuve ese recuerdo.- dijo Dazai y después se levantó.

Tomó su celular y contestó.

-¡Dazai-san! ¿Cómo se le confesó a Nakahara-senpai?

-¿Qué?

-Su confesión. Necesito ideas.

-Akutagawa, son las cuatro de la mañana.

-Oh, lo siento, no había notado la hora. ¿Entonces...?

-¡¿Entonces?! Ve a dormir y hablemos bien en la escuela.

Luego colgó y se volvió a acostar.

-Agh, ahora no puedo dormir.

(•••)

Atsushi se despertó muy temprano y preparó el desayuno y se preparó para ir a la escuela. Luego su abuelo se levantó.

-Buenos días Atsushi.

-Buenos días.

-¿Irás a la escuela?

-Pues... supongo que sí.

-Creo que deberías tomarte el día libre.

-Solo es hoy, el fin de semana lo pasaré encerrado en casa, lo prometo.

-Atsushi, me preocupo por ti.

-Lo sé, pero tranquilo, estaré bien.

El timbre sonó y el abuelo de Atsushi puso una expresión seria en su rostro.