Regalame Flores [Omegaverse] SHIN SOUKOKU / SOUKOKU

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-Entonces... ¿Buscas empleo?- preguntó Tanizaki.

-Sí, me gustaría trabajar en este lindo café. ¿A ti no?

-Sí, supongo que sí.

-¿Como te llamas?- preguntó el chico.

-Junichiro Tanizaki, ¿Y tú?

-Yo soy Kenji Miyazawa. Puedes decirme Kenji-kun.

-Es lindo conocerte Kenji-kun.

-Lo mismo digo, Tanizaki-kun.

La puerta de la cocina se abrió y salió Higuchi.

-¿Qué tal te fue?- le preguntó Tanizaki.

-¡Bien! Me dieron el empleo.

-¡Felicidades!- dijeron Kenji y Tanizaki.

Higuchi les agradeció y luego Kenji entró a la cocina.

-Ese chico es agradable, ¿no?- preguntó Higuchi.

-Sí, lo es...

-¿Cómo está senpai?

-Pues... Dazai-san llegó antes que yo, entonces hablaron y... bueno, ya está bien.

-Oh, también vi a Dazai-san hace poco, vino buscando a Chuuya-san, pero al parecer salió temprano del trabajo para ir con Alcott-chan.

-Oh, seguramente es por lo de Scott.

-Sí, seguramente.

Poco después salió Kenji, se veía feliz.

-¿Cómo te fue?- preguntó Tanizaki.

-Conseguí el empleo. Puedo empezar mañana.

-Felicidades.- dijeron ambos.

Tanizaki suspiró, era su turno de pasar.

-Suerte.- dijo Kenji.

(•••)

Dazai estaba corriendo. No había encontrado a Chuuya en el café, y le dijeron que fuera a casa Alcott.

Estaba nervioso, no sabía ni que le iba a decir pero sabía perfectamente que tenían que hablar. Las cosas entre ellos iban bien, y ahora... Chuuya le ocultaba cosas. Dazai tenía muchos sentimientos encontrados. Estaba molesto, estaba preocupado y estaba decepcionado... pero sobre todo estaba triste.

Llegó a la casa justo a tiempo, ya que Chuuya estaba saliendo. Era tarde y el sol ya empezaba a meterse. Dazai respiró profundamente y se acercó al chico que acababa de cerrar la puerta.

-Chuuya.- dijo Dazai serio.

-¡Dazai!- dijo sonriendo.- Me alegra verte, creí que ya no nos veríamos hoy.

Dazai sintió dolor en su pecho. ¿Cómo puede mentir y todavía sonreír como si nada? Pensó.

-Chuuya... vayamos a otro lado. Necesitamos hablar.

El chico sintió nervios al oír eso, porque ellos no deberían tener problemas ahora. Porque eran felices y eso estaba muy bien. Porque no tenían nada de qué hablar... excepto... hablar de su relación.

-Bien...- contestó Chuuya.- ¿A dónde quieres ir?

-Vayamos a cualquier lugar, no importa.

Chuuya comenzó a caminar, pero se detuvo al ver a Dazai en el mismo lugar parado.

-¿Sucede algo?

Dazai apretó sus manos en puños y suspiró pesadamente.

-No... sólo... vamos.