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-¡¿Qué?! ¿Acaso te golpeaste la cabeza?- preguntó Chuuya.

Dazai se dio cuenta del que había dicho. Se dejo llevar por la desesperación, era ahora o nunca. Y no iba a desaprovechar la oportunidad, debía ser honesto de una vez.

-No, estoy perfectamente bien.

-¿Entonces que mierda estás diciendo?

-Que te amo, ¡Te amo Chuuya!- volvió a gritar.

Chuuya se ruborizó.

-¡C-cállate! Y quítate de encima, eres pesado.

Dazai se levantó y estiró su mano para ayudar a Chuuya a levantarse.

-Chuuya, lo siento por empujarte.

-Sí, no importa. Al menos no me mataste.

Chuuya tomó su mano y ambos estuvieron de pie.

Dazai estaba viendo como Chuuya se sacudía la tierra de su ropa. Le encantaba mirar a Chuuya. ¿Cómo es que era tan perfecto?

-Dazai, deja de verme maldito loco.- dijo Chuuya.

Al ver que no contestaba también miró a Dazai fijamente.

-¿Qué tanto miras?

Dazai respondió lo primero que le vino a la mente.

-¿Por qué eres tan pequeño?

Chuuya se molestó y lo pateó en la entrepierna tirando a Dazai al piso nuevamente.

-¡Deja de decir estupideces! No soy tan pequeño, deja de molestarme con eso.

Dazai se estaba retorciendo de dolor en el piso.

-D-de hecho, me parece muy linda tu altura.

Chuuya se volvió a ruborizar y pateó a Dazai de nuevo.

-¡Chuuya! Deja de patearme. Si sigues pateando nunca tendremos hijos.

-¡Cállate! ¡¿Quién querría tener hijos contigo?!

Chuuya se dio la vuelta y comenzó a caminar, dejando a Dazai retorciéndose de dolor.

-¡Chuuya, espera!

Dazai se levantó aún adolorido y siguió a Chuuya.

-Chuuya, ven a mi casa, hablemos bien de esto.

-Ni creas que voy a caer tan fácilmente.

-Chuuya, si no vienes comenzaré a gritar.

-Te arrepentirás si se te ocurre gritar.

Chuuya siguió caminando.

-¡CHUUYA! ¡POR FAVOR VUELVE CONMIGO! ¡ESTOY EMBARAZADO!- grito fuertemente Dazai.

Chuuya se dio la vuelta y volvió a patear a Dazai.

-¡Cállate! Maldición, sólo cállate.- dijo Chuuya.- Iré a tu casa, pero si vuelves a gritar definitivamente haré que nunca puedas tener hijos.

Dazai sonrió satisfecho y tomó la mano de Chuuya para llevarlo a su casa.

Todo eso le recordaba a Chuuya los tiempos en que aún eran novios.

Llegaron a la casa y se sentaron en la sala.

-Chuuya,- dijo serio Dazai.- hablo en serio cuando digo que te amo.

Chuuya se sonrojó pero rápidamente miro molesto a Dazai.

-Ya te lo dije, no voy a caer tan fácilmente en tus bromas.

Regalame Flores [Omegaverse] SHIN SOUKOKU / SOUKOKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora