Regalame Flores [Omegaverse] SHIN SOUKOKU / SOUKOKU

31

Higuchi se puso de pie y salió rápidamente del café.

-Bien...- dijo Dazai.- supongo que ya no tendremos que preocuparnos por ella.

Sentó a Chuuya y luego él se sentó junto a él.

-Hasta que llegan.- dijo Tanizaki.- Siento que cada segundo que paso con Gin-chan estoy mas cerca de que Akutagawa me mate.

-No la llames así.- dijo Akutagawa apareciendo de repente y asustando a Tanizaki.

Dazai se rió mientras abrazaba a Chuuya.

-Lo sentimos.- dijo Chuuya.

-No importa.- contestó Gin.- Entonces... ¿de qué quería hablar conmigo, Chuuya-san?

Chuuya miró a Dazai y luego el chico se puso de pie y luego junto a Akutagawa se llevaron a Tanizaki a otra mesa.

-Bien...- comenzó Chuuya.- ¿recuerdas a Atsushi-kun?

-Sí.- dijo Gin.

-Vale, la cosa es que él es el hijo de una familia muy reconocida.

-Lo sé, es un Nakajima. Justo hablábamos de eso Tanizaki-kun y yo.

-Bien, entonces... tu hermano y él se quieren mucho.

-Eso me dijeron.

-La cosa es que la familia de Atsushi-kun no aprueba a tu hermano.

-Lo sé, vi como esa fea señora habló mal de Ryunosuke.

-Exacto.- dijo Chuuya.- Así que encontramos una forma de que Atsushi-kun y él estén juntos.

-¿Cuál?- preguntó muy interesada.

-Que Akutagawa entre a la Port Mafia.

Gin miró fijamente a Chuuya mientras asimilaba lo que acababa de escuchar.

-¿Qué?- dijo finalmente.- ¿y para qué? Yo entré a la mafia con la condición de...

-Lo sé.- dijo Chuuya rápidamente.- Pero esto es importante para él.

-Hay otra manera.- dijo Gin.- No veo porque tienen que apoyarlo con esta decisión, cuando saben perfectamente que es peligrosa.

-Gin, ¿no confías en tu hermano?

-Por supuesto que confío, es sólo que existe otra manera.

-Escucha, esto es lo que él quiere. Y sé perfectamente que es peligroso, pero... lo he visto, y sé que desea ganarse a Atsushi-kun por su cuenta, con su propio esfuerzo.

-No.- dijo Gin.

-Por favor.

-No. Me preocupa lo que pueda pasarle, me preocupa que... incluso esto no sea suficiente para que consiga la aprobación que quiere.

Chuuya suspiró.

-Lo sé. Puede que incluso así lo sigan rechazando, pero... al menos debemos intentarlo.

Gin miró a su hermano sirviendo café en una taza. Probablemente era el mayor, pero a veces su carácter le preocupaba a Gin. Y por primera vez en su vida lo veía esforzarse por alguien que no era ella.

-Bien, pero... quiero que alguien lo cuide.

-¿Qué lo cuiden?

-Sí. Ya que no cumplieron con mi otra condición, pido que al menos respeten esta.

Chuuya lo pensó mucho antes de contestar.

-Bien, yo lo cuidaré.

-¿Usted?- preguntó asombrada.