Akutagawa se acercó a la cama donde estaba Atsushi. La habitación estaba oscura, iluminada solamente por la luna, pero aún así, se podía notar la palidez de su piel.
-Estoy aquí.- dijo sentándose en la cama y tomando su mano.- Justo como querías. Estoy contigo.
La respiración de Atsushi se volvió agitada y comenzó a soltar muchas feromonas.
-Lo sé, lo sé.- dijo Akutagawa acariciando su cabeza.- Estás asustado, pero ahora estoy contigo, tranquilo. Yo te cuidaré, mi omega.
El ruido afuera continuaba, pero Akutagawa sólo podía concentrarse en los latidos de su propio corazón. Estaba feliz, finalmente podía ver a Atsushi.
-Te he extrañado mucho.- dijo Akutagawa.- Estaba tan preocupado por ti. Y luego tu madre no me dejaba verte... en fin, no me rendí. Seguí intentándolo y ahora puedo tomar tu mano.
Akutagawa no podía apartar sus ojos de Atsushi. Habían pasado pocos días separados, pero Akutagawa sintió que fueron años.
-Jin... Atsushi,- dijo mientras acariciaba su rostro.- Atsushi, está bien. Puedes despertar ahora.
Pero Atsushi no abría los ojos.
-Atsushi, por favor. Yo... necesito que despiertes, ¿vale? Estarás bien, yo te cuidaré.
Atsushi seguía sin moverse y Akutagawa estaba comenzando a llorar. No podía soportar la idea de no ser él quien pueda ayudar a Atsushi. Necesitaba ayudarlo necesitaba verlo bien. Akutagawa empezaba a desesperarse.
-Por favor, te prometo que no nos volveremos a separar. Pero abre los ojos Atsushi, por favor.
Akutagawa no sabía que hacer. Tenía a Atsushi justo frente a él, pero no podía hacer nada para despertarlo.
-Atsushi, no me hagas esto. Si tú no abres los ojos... no podremos demostrarles que nuestro destino es estar juntos. Atsushi, ayúdame. Ayúdanos.
Akutagawa abrazó fuertemente a Atsushi.
-Por favor, Atsushi, te necesito. Y quiero verte bien, por favor, abre los ojos.
De repente la puerta se abrió.
-¡Aquí está!- dijo la madre de Atsushi molesta.- ¡Aléjate de él!
-¡No!- dijo Akutagawa abrazando a Atsushi más fuerte.- No, no, no, no, no. No lo voy a dejar.
-¡Déjalo!- dijo la madre de Atsushi.- Ni tú pudiste despertarlo, déjalo ahora.
El padre de Atsushi entró también a la habitación, detrás de él entró Fukuzawa, Ranpo, Chuuya y Dazai con un ojo morado. Detrás habían muchos reporteros y cámaras, viendo todo.
-¡Déjalo!- dijo ella molesta.
-¡NO! ÉL ME NECESITA Y YO LO NECESITO. Atsushi, por favor, despierta.
-Es suficiente.- dijo ella acercándose.- No sé por qué estás tan aferrado a este inútil.
Akutagawa estaba desesperado. No quería soltar a Atsushi. Tenía miedo de que si lo soltaba ahora, probablemente nunca más podría volver a verlo.
Asustado. Pensó Akutagawa. Él está asustado, y si no puede verme ni oírme, entonces... podría olerme.
Akutagawa cerró los ojos y lentamente comenzó a soltar sus feromonas.
Por favor, que funcione.
-¿Qué haces?- preguntó la madre de Atsushi.
-Gran idea.- dijo Ranpo.
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Regalame Flores [Omegaverse] SHIN SOUKOKU / SOUKOKU
RandomAtsushi es un omega que ha ido a vivir a Yokohama, la ciudad natal de su abuelo. Ahí conocerá a muchos amigos y probablemente a su alfa destinado. *Los personajes no me pertenecen, son parte de la historia Bungou Stray Dogs de Kafka Asagiri.