El primer amor de Bill Weasley

Especial 5: Una carta a Bill

"Querido Bill,

Para el tiempo en que leas esta carta tal vez yo esté viajando por el mundo buscando maldiciones. Tu estarás aun trabajando para Gringotts. Me alegra mucho que hayas logrado tu sueño de convertirte en un Rompemaldiciones. Créeme no tardarás en saber de mi y como yo también soy una Rompemaldiciones famosa.

Lo que quiero decir es: Gracias. Gracias, Bill. Gracias por haber estado conmigo siempre. Gracias por haber actuado como un hermano mayor para mi cuando más lo necesitaba. Gracias por haberme enseñado y apoyado siempre Bill.

Aunque seguramente siempre me has visto como tu amiga, y posiblemente como otra hermana para ti. Tengo que confesarte que siempre te he amado, Bill Weasley. Quería que tú fueras mi cita para el Baile Celestial, pero sabía que no querías ir y no tuve el valor para pedírtelo. También quería tener mi primera cita contigo y mi primer beso también.

No supe que me había enamorado de ti hasta que me confesaste que estabas enamorado de Emily Tyler, realmente no sabía que sentía en ese momento. Tenía una sensación horrible (más horrible que viajar por aparición o haber comido una broma de Tonks o Tulip) y, finalmente, me di cuenta de que eran celos. Nunca me atreví a decirlo frente tuyo, y te envío esta carta antes de arrepentirme. Pero la verdad es que... Te amo, Bill Weasley.

Fuiste, eres y siempre serás mi primer amor, Bill Weasley.

Gracias por eso, Bill. Gracias por haberme amado, aun si no fue de la misma manera en que yo lo hacía. Gracias por haber estado para mi.

Siempre tuya,

Lena Donovan"

Bill volvió a leer la carta una vez más mientras sonreía ligeramente. Ahora ambos eran adultos con familia. Lena había hecho su familia al igual que él y más allá de eso había alguien que siempre los mantendría unidos, extrañamente no era otra persona que su propia hija, Dominique Weasley.

- Tu hija es alguien realmente asombrosa, Bill—recordó a Lena decir—me recuerda a ti durante tus años en Hogwarts

Bill cerró los ojos cuando volvió a abrirlos vio la foto en el estante, donde Lena se encontraba junto a su hija Nikki. Ambas parecían muy felices y sonrientes, quiza era por eso que Nikki había decidió ir a vivir con ella.

- No te preocupes, Bill—le había dicho Lena—la cuídate muy bien... como si fuese mi hija... la hija con la que soñaba tener contigo cuando era una niña...

La sonrisa divertida de Lena en el momento que dijo eso demostraba que ella ya lo había superado y realmente amaba su vida tal cual era.

Porque realmente te amé, Bill Weasley...