Capítulo 13. Confianza

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Afuera ya estaba de noche. Yo estaba encerrada en mi habitación mirando por la ventana como si así pudiera encontrar algo que me animara. Solo estaban las estrellas, el ruido del mar y la luz de la luna. Esa noche se suponía que iba a haber una fiesta en mi casa, es lo que habíamos quedado con Simón, sin embargo, estaba con ánimos para cualquier cosa menos para una fiesta. Es que... ¿Cuántas veces una se pelea con su mejor amiga hasta el punto de creer que nunca más la va a poder llamar así? A Nosotras nunca nos había pasado. Y aun sin saber si ya la había perdido la extrañaba. Pero eso no borraba el dolor que me había causado con sus acciones. Con esconderme una de las cosas más importantes que una chica tiene en su vida como su novio. Y eso sin remarcar el hecho de que se había vuelto novia de mi total y completo idiota hermano. Yo me había encargado de que supiera todo de mi relación con Villamil. Incluso aun cuando estaba segura que ella me estaba escondiendo algo. Porque así es como se supone que deben ser las cosas. Las mejores amigas se cuentan todo. Sin importar lo que sea. Pero una vez más, ella rompió esa regla. Por Dios santo, debe ser la regla más básica en cualquier amistad. Sin la confianza las cosas simplemente no funcionan.

El golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos de manera un tanto violenta. No quería hablar con nadie. Pero tampoco podía pretender que afuera de mi dormitorio no había un mundo. También me tenía que acordar que eran mis vacaciones, en las vacaciones se supone que uno tiene que disfrutar. Divertirse. Alejarse de las preocupaciones, porque para ellas tiene todo el resto del año. Yo, sin embargo, estaba teniendo uno de los peores momentos de todo el condenado año.

"¿Quién?" pregunté. Quería asegurarme que quien fuera que estuviera del otro lado fuera alguien a quien podía tolerar por el momento.

"Villa" probablemente el único en esa lista. Ahora que sabía que estaba del otro lado de la puerta realmente sentía ganas de que me abrazara y que simplemente se quedara ahí conmigo.

"pasa" lo invité. La puerta se abrió enseguida dejando ver a quien estaba segura que ya podía llamar mi novio. Tenía puesta una bermuda en azul de Nike y una camiseta manga corta con cuello V de color blanco. Estaba bastante segura que tenía más o menos la mitad de su maleta llena de esas camisetas. Pero le quedaban condenadamente bien. Así como... "mis ojos arden de lo hot que está el chico que tengo adelante mío" bien.

"hey... ¿Cómo estás?" preguntó acercándose a donde estaba yo sentada en la cama con la espalda apoyada contra un montón de almohadas que había apilado descansando contra el cabezal.

"bien...supongo" contesté mirándolo directamente a los ojos. No sabía que más podía decirle. Es que honestamente... ¿Cómo se suponía que me tenía que sentir? Mal. Tal vez esa sea la respuesta más rápida. Pero no me sentía mal. Era una mezcla de decepción, traición y enojo. Pero había algo que me estaba preocupando más. Y que me estaba poniendo muy nerviosa. Pese a todos esos sentimientos que me causaba en algún punto no me importaba. ¿Por qué? Por el simple razonamiento de que una persona que se hace llamar tu mejor amiga no te debe hacer lo que Poli me hizo a mí. Eso no lo hace alguien a quien quieres tanto. Y si lo hace es tal vez porque no te quiere de la misma manera. Y entonces ahí llegas a la conclusión de que no son amigas. Que tal vez...nunca lo fueron, no por tu culpa. Tal vez por la culpa de nadie. Pero por el hecho de que las dos partes no se sentían iguales, no tenían el mismo concepto de la palabra. Y entonces... si nunca fueron amigas, ¿por qué te debería importar? No debería. Y ahí estaba de vuelta en mi preocupación. No me importaba. Y tal vez tenía que aceptar que ese verano, o bueno, lo que había transcurrido de él, me había regalado un novio y me había revelado que de pronto no tenía mejor amiga.

"puedes estar triste o enojada si quieres. No tienes que quedarte con todo adentro"

"no, si lo sé. Pero es que simplemente estoy bien. Es decir...puede que no esté viviendo el mejor momento de mi vida, pero estoy bien. Además...te tengo a ti ¿o no?" pregunté poniéndole ojos amenazadores. Enseguida sonrió y me abrazó contra él mientras se dejaba caer contra las almohadas.

Verano (Juan Pablo Villamil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora