Capítulo 10. ¿Yo te arruiné la noche?

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"¿me puedes explicar qué haces acá?"

"vine a buscarte y usted, ¿se puede poner algo?" preguntó Villamil tirándole el pantalón a Simón que había tomado de la arena.

"¿perdón, usted es?" preguntó mi más reciente conquista no entendiendo del todo.

"él no es nadie. Mejor dicho, si es alguien, alguien que se está yendo" dije con decisión. No podía creer que cuando todo parecía empezar a salir bien aparecia Villamil y lo arruinaba de manera descomunal.

"sí, tienes razón, me estoy yendo, pero tú te vienes conmigo" ¿estaba demente? No me iba a ir con él. De hecho, no quería ni siquiera seguir hablando con él. No quería nada que ver con su existencia.

"no pienso ir" parecía una nena berrinchuda pero no me importaba. Era un berrinche justificado.

"Parcero, yo ahora en un rato la llevo si quiere" dijo Simón no del todo seguro que estaba pasando. De hecho, si se miraba desde afuera se podían tener dos teorías, o que Villamil era mi hermano y me estaba retando. O que era mi novio celoso que había ido en mi búsqueda después de que yo me escapara a tener una noche de locura lejos de él.

"todo bien, yo me la llevo ahora" aseguró Villamil. Estaba muy equivocado. No me iba a ir. Tomó mi mano y cuando quiso comenzar a avanzar lo solté.

"no voy a ir"

"¿no vas a venir?" preguntó. Pero fue más bien un desafío. Enseguida entendí. En un movimiento rápido volvió a alzarme panza abajo sobre su hombro. Mis piernas empezaron a patalear mientras que con mis puños le golpeaba la espalda. Pero era como si nada. Villamil solo seguía caminando conmigo colgando.

"Después nos vemos Simón" grité cuando acepté que no iba a poder escapar de mi carcelero. Villamil caminó hasta la costanera donde estaba estacionado el Jeep. Abrió la puerta del acompañante y me deposito ahí. Entonces caminó hasta el asiento del conductor.

"ponte el cinturón" dijo cuando prendió la marcha.

"no pienso hacer nada que tú me digas" aseguré enseguida "de hecho... ¿me puedes explicar que haces acá? ¿me estás siguiendo? ¿espiando?" ya estaba paranoica. Pero así conseguía él que me pusiera.

"¿Qué hago acá? Tu amiga me llamó preocupada diciéndome que no te podía encontrar y que la última vez que te había visto había sido con un chico que acababan de conocer esta noche" Poli...la tenía que matar.

"no lo conocí esta noche, él es mi vecino" teóricamente. Aparentemente. No era que lo hubiera sabido a menos que Simón me lo hubiera contado.

"yo no me baño en el mar en la mitad de la noche con mi vecina en ropa interior" ¿y a mi qué? era su problema. No el mío. O, mejor dicho. Era mi problema que él lo hiciera mi problema. Si es que eso tenía sentido.

"qué lástima" dije con sarcasmo. Entonces el Jeep se detuvo frente a la casa de los abuelos. Me bajé rápidamente y caminé hasta el interior.

"¡ven para acá ___________!" gritó Villamil antes de bajarse del Jeep a toda velocidad y caminar detrás mío.

"no pienso escucharte. Me arruinaste mi cita y mi noche" confesé. Me arrepentí de haberlo hecho. Hacerle saber que el podía causar eso en mi vida era darle demasiada importancia. Una importancia que no podía saber que tenía.

"¿yo te arruiné tu noche?" preguntó... ¿incrédulo? Además... ¿Qué era todo eso de repetir lo que yo decía en forma de interrogación? Me estaba exasperando.

Verano (Juan Pablo Villamil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora