Capítulo 6. Es sexy

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"Me tengo que ir" Dije medio nerviosa a un Villamil que parecía de repente sentir el mismo odio por mi hermano que yo. Solo asintió, así que me puse de pie y caminé rápidamente hasta la casa. Cuando entré me encontré a Poli todavía mirando la tele, mi hermano estaba en la cocina hablando por celular.

"Aquí está" Escuché que dijo, y entonces me entregó el aparato.

"Hola" Saludé. No sabía quién era, pero me lo podía imaginar. Fácilmente.

"Hola hija ¿Cómo estás?" Preguntó la voz tranquila de mi mamá. Estaba bien escucharla del otro lado. Aunque la verdad era que agradecía que no estuviera en las vacaciones con nosotros.

"Hola mamá, bien, ¿tú? ¿y papá?" Extrañaba a mi papá también.

"Estamos bien, a punto de sentarnos a tomar una copa de vino en el patio" Esa era una de las rutinas románticas que mis padres seguían teniendo. Se quedaban hasta tarde en el patio compartiendo una bebida, riendo, no sé... supongo que enamorándose aún más. Siempre me pregunto si algo así me va a pasar a mí. Parece tan difícil de conseguir... Como ganar la lotería. Solo esperaba, aunque fuera experimentar un cuarto de la felicidad que veía en los ojos de papá cuando veía a mamá llegar a casa y viceversa.

"Pásenla bien" Le dije con una sonrisa en el rostro, la que se borró al escuchar lo siguiente que dijo.

"Mi amor, me dijo tu hermano que tuviste que pasar una noche en el hospital" Soplón. No sé ni por qué se lo había contado. Ahora seguro que la próxima vez que me fuera de viaje sola, me iban a volver loca con precauciones.

"No fue nada, solo el sol fuerte, supongo que la capa de ozono está cada vez peor" ¿Qué más le iba a decir? Sí, estuve horas bajo el sol sin protector y terminé insolada con suero en el hospital del pueblo. No. Definitivamente no.

"La próxima vez ponte algún sombrero o algún gorro, y también mójate la cabeza a menudo, así no te vuelves a enfermar"

"Claro mamá, lo haré" Cuando tenga cincuenta años. Me había ido de vacaciones sola para evitar tener que usar un sombrero y mojarme la cabeza periódicamente.

"Bueno, cuídate, cualquier cosa, si te sientes mal y quieres volver a casa, solo nos avisas o nos llamas y estoy segura de que tu papá o yo vamos a poder ir rápidamente" Dios mío. Era lo último que se me iba a ocurrir hacer.

"Gracias mamá, yo cualquier cosa te aviso"

"Un beso cielo, cuídate y dile a Juan que también se cuide, los queremos"

"Nosotros también, mamá. Saluda a papá de mi parte" Me despedí y entonces colgué la comunicación. Salí de la cocina buscando a Juan Pablo para devolverle su teléfono. Lo encontré en la sala, pero no estaba solo. Estaba sentado en el sofá con Poli, riendo de una manera que a mí se me hacía conocida. Ya sabía de donde la conocía. De hacía un momento. De la misma manera en que Villa y yo nos estábamos riendo segundos antes de casi besarnos, si no hubiera sido por mi hermano. Dicen que la venganza es un plato que se come frío, ¿no? Lo siento, Poli.

"Juan" Dije con decisión. Este giró para verme y me dio una mirada asesina. "Aquí tienes tu celular"

"Gracias" Su tono no fue muy amigable.

"______, tu cuarto, ahora" Dijo mi mejor amiga poniéndose de pie y caminando hasta donde yo estaba. Entonces me tomó de la mano y me condujo hasta mi habitación durante el verano.

"¿Qué pasa?" Pregunté sentándome en la cama. Definitivamente iba a dormir con arena. Con mucha arena.

"Mejor contéstame tú, ¿qué pasó?" Su tono parecía emocionado.

Verano (Juan Pablo Villamil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora