☆ STEVE ROGERS & BUCKY BARNES ☆ ONE SHOTS ☆

#21 Los recuerdos aún son dulces - Steve Rogers

STEVE ROGERS X LECTORA
#DE PALABRAS: 1600+
ADVERTENCIAS: Tristeza, muerte. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: One Shot publicado en el especial de San Valentín del libro de Kao.

#PomeloAmaASteve
#TeamCapipaleta
#DameConElEscudo

~•~

-El silencio hace eso; traerla de regreso.- La voz de Steve sonaba segura pero, como de costumbre, cargada de dolor. -A veces podría jurar que puedo oírla reír, cantar e incluso llorar.- Agregó.
Natasha suspiró lentamente.
-Es parte de sanar, supongo; recordarlos en su mejor y peor estado...- Aseguró ella. -A veces siento que el tiempo no pasó y todos estamos juntos de nuevo.- Agregó.
Nat posó su mirada en las fotografías que adornaban la pared del living de Steve. Ese pequeño toque se realidad que le recordaba constantemente lo que la vida del héroe ofrecía... y lo que quitaba.
La pelirroja enfocó su atención en la foto del grupo completo; Sonrientes, felices, despreocupados.

Vivos.

-Los últimos años los dediqué a eso; intentar sanar, seguir adelante.- La voz de Steve trajo a la pelirroja de regreso a la realidad. -Es lo que ella hubiera querido.- Agregó. -Pero la realidad es que, sin importar que tan mal suene, prefiero quedarme atascado en esto.- Steve señaló la pared. -En donde ella está siempre, en donde los recuerdos aún son dulces... en donde ella aun me espera sonriente y feliz.- Tras decir aquellas palabras cerró los ojos un momento.
La vívida imagen del rostro sonriente de t/n daba una mezcla de felicidad y tristeza; Una mezcla homogénea de lo más bello y lo más cruel que el mundo podía ofrecer.

~

Natasha se despidió con un abrazo y la promesa visitarlo la siguiente semana.
La soledad de la casa sólo hacía que la realidad fuera aún más evidente; Aquella estructura sobre su cabeza que fue adquirida con el único propósito de un final feliz, lleno de risas, sonrisas, besos, abrazos y el más grande de los deseos: una familia compuesta por ellos y algunas copias de ellos. Aquella estructura que era cada vez más inmensa sin ella.

Steve apagó las luces del living, la cocina, los pasillos y caminó en la oscuridad de su casa hasta su habitación. Se ducho y cambió de ropa para poder dormir con más comodidad. Cómo cada noche, roció el perfume de ella en la almohada que solía usar la cual comenzaba a perder su esencia y sólo olía a él.

Los sueños también solían traerla de regreso; A veces como los bellos recuerdos que ambos habían creado, en otras ocasiones como crueles pesadillas en las que la perdía una y otra vez. Esos sueños podían llevarlo a querer soñarla infinitamente y sus pesadillas a odiar el haberla perdido, un poco más cada día.

Pero perderse en los recuerdos, buenos y malos, era lo que prefería porque era donde ella vivía, sonreía, amaba.

~•~

-Hoy fui al supermercado y casi lloro en la sección de lácteos al ver que no tenían su marca favorita de manteca.- Steve escuchó a cada uno con paciencia como era usual.
Sus historias compartían algunas similitudes: La pérdida, el dolor, el día a día sin aquel a quien amaban. Pero Steve bien sabía que no era lo mismo.
El chasquido se había llevado consigo a la mitad de las personas y dejado atrás un sin fin de almas y corazones rotos, pero él estaba seguro de que no había terapia, grupo de ayuda o palabras de aliento que lo ayudaran a emparchar las grietas que la partida de ella habían dejado.