Capítulo 4:Firmas II

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Respondele al saludo.Es lo que se espera que hagas.
Estas dos oraciones rondan mi cerebro. Empiezo a notar como mi hermano me empieza a mirar confundido por el silencio. Sin embargo, ahora mismo él ni me interesa. Ni él ni Forth. Mi centro de atención está en Singto, en cómo me mira y espera mi respuesta.
Finalmente digo en voz clara,pero baja:
-Hola, me llamo Krist y solo me falta tu firma. ¿Te importa firmarme?

POV SINGTO.
Nunca en mi vida pensé en ver alguien tan hermoso como el chico tímido delante de mí.
Se llama Krist.
Krist.
Moreno, de rasgos perfectos y mirada inocente e intensa, no he podido dejar de mirarlo desde que nuestras miradas se cruzaron al principio de la reunión.
Nunca antes me había pasado esto, ni siquiera con Ohm.
He sabido desde los 13 años que las chicas no hacen nada en mí y lo confirme cuando me enamoré locamente de Ohm, mi mejor amigo de la infancia.
Sin embargo, la intriga y atracción que siento al ver a este chico de primero son sensaciones nuevas. Soy capaz de percibir que las miradas intensas no vienen únicamente de mi lado.
La atracción es mutua.
Y tengo muchas ganas de descubrir a donde puede llegar esto con él. Soy una persona decidida y él no se me va a escapar.
Por primera vez, agradezco que Off me haya convencido de convertirme en líder de los Hazer. Gracias a eso, tengo la oportunidad de acercarme a Krist como yo quiera.
Durante las 3 horas de la recolección de firmas, me he fijado en él. En cómo se acercaba tímido a la gente, cómo la gente se quedaba embobada mirándolo y él parece no darse ni cuenta.
Si soy sincero tenía pensado pedir menos firmas para la misión, pero al verlo inmediatamente se me vino a la mente las 100. ¿Por qué?
En esta reunión somos 100 personas. Sí,cambié el número para que él se viera obligado a pedir mi firma.
¡Demándame!

-Hola,me llamo Krist y solo me falta tu firma. ¿Te importaría firmarme?
Ahora, cerca de mí y su atención solo centrada en nuestra conversación, un golpe de deseo por él  me sacude.
-Dame tu libreta.
La extiende hacia mí e intencionadamente hago que nuestras manos se toquen. Al tocar su mano, suave y masculina, noto como mi cuerpo termina de despertar.
Lo quiero.
-Vaya, de verdad solo te falta mi firma. Te lo han puesto fácil.
-Supongo.
Escribo en el cuaderno y se lo entrego.
-Gra... - se interrumpe al ver lo escrito.
Me mira consternado.
Le sonrío pícaro,mientras no puedo evitar pensar en lo que le escribí:
"Sin...
Si quieres el resto de mi firma, comamos mañana en el comedor de la universidad a las 14:00 horas"

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