Alas

Capítulo 7:Tensión Parte I

Mi cuerpo empieza a temblar. Me siento nervioso y no puedo dejar de verlo. Inconscientemente , me fijo en sus ojos. Son negros, intensos, rodeados por unas pestañas espesas.
Singto no es tonto, al ver que estoy pendiente de él, tuerce los labios y me ofrece una sonrisa sarcástica.
Win interrumpe nuestra batalla de miradas:
-Buenas tardes, Phi Singto.
-Umm, hola, ¿Beam?
Me sale una pequeña risa. No me puedo creer que confunda a Win con mi hermano.
-Win, Phi.
-Ah, lo siento. Soy horrible con los nombres-dirige su mirada otra vez a mi-Menos con los que han llamado mi atención, Krist.
Win se atraganta con el agua mientras empieza a reír, pero ese hecho pasa desapercibido por mí.
Me da un vuelco el estómago, mi corazón comienza a latir rápido y mis piernas tiemblan.
Win nos mira y exclama:
-Oye, Krist, vengo en un momento.
Inmediatamente el pánico me recorre, e intento seguirlo y olvidarme de Singto. Sin embargo, parece que me lee la mente ya que impide mi avance.
-Recuerda, que viniste aquí por mi firma. ¿Te vas a ir aún así? Si eres el único que no cumples con esa misión, en la próxima reunión vas a quedar muy mal.

Ya sé que no tengo excusa. Aquí estoy, sentado en medio del comedor de la universidad, teniendo a toda la gente mirándome  con atención y pendiente.
Sin embargo, eso me preocupa muy poco porque todo mi cuerpo es consciente del joven enfrente de mí, Singto.
Desde que nos sentamos, no nos hemos hablado.
Yo como (o hago que como) mientras que él no deja de ponerme nervioso. Si pudiera odiarlo...
-¿Puedes parar de mirarme? - no puedo evitar la tensión más y exploto.
-¿Por qué debería? No me digas que te avergüenza las miradas de la gente, porque entonces no deberías salir de casa. Vamos, ni tú ni tus hermanos-veo como me lanza una ojeada intensa-pero, especialmente tú. Tienes que saber que sois increíblemente guapos. Normal que os observemos con admiración
No sé qué pensar ni qué decir, por lo que me lanzó a comer. Cuanto antes termine de comer, antes me firma y antes acaba todo esto.
-Relaja, Krist. La comida no se va a acabar. ¿O estás intentado escapar de mí?
-¿Por qué me has pedido comer contigo?
-Me intrigas, me atraes y quiero conocerte.