Nos miramos. No puedo evitar observarlo y admirarlo. Está increíblemente guapo con el uniforme. Me fijo que está solo.
No me puedo creer que me esté... ¿esperando?
-Dios, parece que te quiere comer con la mirada.
El murmullo de la voz de Win me sobresalta y hace que centre mi atención en él.
-¿Cómo?
-Qué te mira como si fueses un vaso de agua en el desierto. ¿Entiendes? Vamos, que le atraes.
Cómo ángel, tenemos noción de la atracción humana. Aún así, nunca me he preocupado por entenderla, ni siquiera cuando bajamos a la Tierra para la Transición.
Yo pensaba que pasaba exclusivamente entre lxs humanos, pero viendo que cada vez que me encuentro con Singto hay algo magnético que me lleva hacia él, puede que estuviese equivocado.
Él me confunde y me intriga. Por un lado, soy consciente de lo que estoy haciendo es peligroso pero por otro, tengo la necesidad incontrolable de verlo, de sentir lo que siento cuando estamos cerca. Y si soy sincero conmigo mismo, no sé qué lado gana más.
Win me saca de mis pensamientos cuando me gira hacia el buffet del comedor.
-Dios, deja de mirarlo así que me estas poniendo a cien y vamos a comer ya.
-No lo estaba mirando de ninguna manera, Win. No sé de qué hablas-la mentira pasa amarga por mis labios.
-Sí, claro- me responde sarcástico- solo te digo, la manera en que lo miras y él te mira provoca energía sexual al 100. No lo intentes negar.
Cuando intento responderle, me veo obligado a callar al ver que llegamos con el cocinero. Mientras el hombre, de unos cincuenta y pico, nos entrega el plato de pasta (hoy toca comida occidental) noto detrás de mi su presencia.
Giro la cabeza y frente a mí está él.
Singto.
-Te estaba esperando.
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Alas
RomanceTodos los ángeles a los 23 años deben ir a la Tierra a cumplir una misión. Hacer el bien para inclinar la balanza. También es el momento de todo ángel para decidir su camino. Krist, Gun y Beam deben ir a la Tierra, a la universidad de Ingienería...
