╭╯LA HIJA DE ALL MIGHT :･ﾟ # izuku midoriya

° Capítulo Diecinueve °

El tiempo en el que (TN) había dejado la escuela había comenzado a pasar realmente rápido. La primera semana fue un ambiente totalmente tenso, todos le msotraban sus condolencias a Izuku, en especial Uraraka y Lida, que eran su grupo de amigos. Shinso había llegado al aula del curso de héroes y se colocó frente al peliverde. Lo miró con el ceño fruncido y luego miró a Katsuki que se limitó a decirle que se largara.

—Midoriya, eres un maldito egoísta —Le dijo Shinso golpeando el escritorio —. ¡Eres un jodido y maldito egoísta! ¡Tú, tú maldito! Me prometiste que la cuidarías, ¡y no lo hiciste!

El pelimorado salió del salón y se topó con el asesor de la clase A, quien lo miró con pena y le tomó el hombro, el chico, ofendido, apartó la mano de un manotazo y se marchó de ahí.

—No fue culpa de mis alumnos, muchacho —Dijo el profesor sereno. Shinso se volteó y lo observó de pies a cabeza

—Tal vez, pero (TN) es mi mejor amiga, ¿y qué hizo usted? ¡sabe perfectamente que Midoriya ha causado muchos problemas! Y debían de haberlo mantenido en observación, pero no lo hicieron, y por culpa de eso, (TN) está entre un limbo entre la vida y la muerte

Shinso se marchó de ahí dejando a Aizawa con una mirada dudosa, sintió un escalofrío y se dio cuenta de que el muchacho tenía razón.

Las siguientes dos semanas pasaron de la misma manera; examenes, prácticas, teoría, ejercicios. Todo con el fin de que los alumnos se distrajeran un poco, y trataran de ignorar el asiento vacío que estaba frente a Izuku y detrás de Katsuki.

Una de las clases favoritas de los chicos era la que era impartida por All Might, y aunque el héroe ya había dado por claro su retiro, siguió enseñando y trataba de mantener su característica sonrisa, pero, los demás profesores se daban cuenta de que no era así.

Para Toshinori, todo era mucho más difícil, la casa siempre había estado sola desde hace mucho, pero la reciente llegada de su hija algunos meses atrás la había llenado de color y júbilo. Ahora, los colores en vez de estar vivos, estaban opacos, sin vida, por el simple hecho de que (TN), su hija, no estuviese ahí. El día en que la chica fue internada en el hospital había pasado todo el día dentro de aquella habitación con suministros de sangre, suero y vendas alrededor de su cuerpo, ya que él también había resultado realmente herido. (TN) estaba en un estado realmente crítico, todos lo sabían, lo que los demás no tenían en claro es que la joven debía estar conectada a una máquina que le daba el suministro de aire y oxígeno, ya que la muchacha aún no podía respirar.

Los hospitales nunca habían sido del agrado del héroe. Había estado muchas veces ahí, una de ellas fue cuando resultó terriblemente herido en su primera pelea contra el hombre que (TN) había derrotado, también estuvo cuando Night Eye, su antiguo compañero, lo había apoyado cuando su esposa había estado embarazada.

Ahora el hombre se encontraba dentro de la misma habitación, tomaba con cuidado la mano de su hija, que aún seguía caliente, afortunadamente. Había un pequeño formulario en la mesa de al lado, y los internos del hospital se lo habían encargado cuando él se diera cuenta de que simplemente ya no iba a regresar. Parecía irónico, pero ni siquiera el poder curativo de Recovery Giró había sanado a la joven, seguía teniendo las mismas heridas pero con poca profundidad, sus pulmones no mandaban aire y le bloqueaban la respiración, y a duras penas podían mantenerla con vida.

Había algo que mantenía alegría dentro del hospital, habían tres jóvenes héroes, dos chicos y una chica. Había algo que caracterizaba a uno de ellos, era alto, rubio, con ojos azules y una enorme sonrisa acompañada de una alegre personalidad. Aquel chico tenía una relación muy importante con (TN) y es que ambos se habían conocido hacía unos cuantos años y aquél chico había encontrado a una persona a quien cuidar y a quien considerar como una hermana pequeña y ese joven era Mirio Togata.