Honey

Agridulces recuerdos

Honey

-Trent Boyett, treinta y cuatro años, de padres franceses pero cuentas con la nacionalidad americana, viviste aquí la mayor parte de tu infancia y juventud, pasaste un año en la correccional de menores por violencia a otros jóvenes, robo a mano armada e incluso actitudes piromaniacas...-

-si, si, ese yo, no es necesario que lea todo mi brillante curriculum-

Dijo el joven Boyett para después chasquear la lengua con irritación, se encontraba sentado frente a una solitaria mesa en un cuarto de interrogatorios, con las manos esposadas y el jefe de la policía frente a él, quien llevaba en sus manos una carpeta con todo su historial delictivo, no era la primera vez que Trent caía en las manos de la ley, así que no se encontraba nervioso en absoluto, el principal PC dejo de hablar, lanzo la carpeta a la mesa y después se sentó frente a Trent

-bueno, siendo mas directo esta mas que claro que ya te jodiste ¿cierto?...el robo y ataques de violencia son crímenes menores comparados con el trafico de personas y prostitución de menores-

-yo no...-

-¡NO TE ATREVAS A DECIR QUE NO SABIAS NADA! - grito PC mientras golpeaba la mesa con su puño, callando a Trent- nuestras fuentes son confiables, sabemos que tu eras el contacto directo en el muelle, quien lideraba a esos hombres, quien recibía la mercancía ¡quien pasaba informe directo a Christophe Delorne!-

Los ojos de Trent se abrieron un poco, esperaba escuchar el nombre de Corey Lanskin en la acusaciones, pero no el de Christophe Delorne, quien sabia era el segundo al mando en toda la red, si la policía sabia ese nombre de seguro también tendrían información del jefe principal

-¿sabes que Christophe Delorne murió hace unos días atrás? Corey Lanskin y su asistente Patty Nelson se encuentran desaparecidos, eso nos dejo en linea directa contigo, Boyett, ademas el capitán que conducía el ferri dijo que esta dispuesto a decirnos todo lo que le preguntemos, eso claro con la esperanza de que minimicemos su condena, porque aceptemoslo Boyett, la situación en la que estas es la mas jodida, nadie va a ayudarte ahora, ni siquiera Gregory Fields, a él no le importan los lacayos de los bajos barrios como tu-

Trent apretó los dientes y bajo la mirada, el policía tenia razón, si de algo estaba seguro es que a Fields y a los otros peces gordos no les importaban sus subordinados, ellos lo dejarían pudrirse en la cárcel sin meter ni un dedo ¿pero que mas podía hacer? si decía algo contra ellos era seguro que Fields pagaría a alguien para que lo matara desde adentro de prisión, haciéndolo parecer un accidente (o no, la verdad su vida no valía nada para nadie ahora) no le quedabas mas que quedarse callado para asegurarse una estadía "tranquila" en prisión, aunque seguía hirviéndole la sangre al pensar que mientras él pagaba los platos rotos los verdaderos culpables estaban afuera, disfrutando de sus lujos y excesos

-puede que pienses que ya no hay mas por hacer, Boyett - siguió PC- pero no es así, ¿no te gustaría hacerlos caer a ellos también? así la culpa no seria solo tuya- 

Trent levanto la mirada, viendo su propio reflejo en los lentes obscuros de PC

-nadie es intocable ante la ley Trent, ni siquiera los poderosos, todo mundo puede caer...y Gregory Fields es el próximo en hacerlo, eso claro si tu nos ayudas-

¿Gregory cayendo? Trent soltó un resoplido de solo imaginarlo, era un pensamiento casi utópico y por eso no sabia si el policía era estúpido o demasiado confiado, no solo se trataba de Fields, era toda una red de ricos y poderosos, a puesto que incluso jueces y ministros se encontraban ahí ¿quien era este hombre? ¿creía que podía limpiar todo el mundo con sus ideas políticamente correctas y sus tontas gafas negras? era un idiota ante los ojos de Trent