Tatuaje

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Honey

Los ojos de Tweek se quedaron perdidos, mirando las luces neones en color purpura que iluminaban pobremente la habitación que compartía con Feldspar, ambos desnudos y recostados en la cama sin decir nada, no hacía falta hacerlo, esos momentos de tranquilidad eran tan íntimos como estar haciendo el amor, Tweek amaba quedarse recostado en el pecho del pelinegro, amaba escuchar su corazón latir, porque algo dentro de él le decía que ese órgano latía así por él, solo por él...

-¿qué piensas?-

-ngh...nada en especial ¿te quedaras esta noche?-

-si, al menos hasta la madrugada-

El azabache llevo su mano hasta el rostro de su amante y comenzó a acariciarle los labios con su pulgar, subiendo después su índice hasta la punta de la nariz, delineando cada centímetro de esa cara para recordarle por la eternidad, Tweek se dejó hacer, disfrutando del toque, mirando con los ojos entrecerrados ese tatuaje en la muñeca ajena

"Honey"

Un sentimiento egoísta y posesivo pasaba por su cabeza cada vez que veía esas perfectas letras cursivas en la piel del otro, Feldspar se había marcado por él, como un sello que le garantizaría que siempre lo amaría, porque si, Tweek sabía que Feldspar lo amaba, y ni siquiera había tenido que escucharlo con simples palabras, no, para Tweek el amor constaba en ver a Feldspar mirarle con infinito deseo mientras bailaba, hacer el amor con tanta intensidad como si fuera la última vez, recostarse en su pecho y oír latir su corazón, ver el tatuaje y saber que su piel le pertenecía, Tweek tomo la mano del más alto y beso el tatuaje con lentitud, dejando que sus labios se rozaran por toda la muñeca

-Honey...-

-si pudiera yo también me tatuaría –susurro el rubio- pero ya sabes, debo mantener mi piel limpia y perfecta-

-¿y que te tatuarías?- pregunto el azabache abrazando más al rubio contra él, entrelazando sus piernas y jalando la blanca sabana para que cubriera sus desnudos y sudados cuerpos

-ugh... ¿no es obvio? Me tatuaría una taza de café-

-idiota- murmuro el mafioso con una sonrisa divertida en el rostro- si quieres me voy y te dejo para que bebas tu café-

-buena oferta, pero ya me pagaron para que te atendiera, así que el café puede esperar-

-al igual que ese absurdo tatuaje, en serio, no te tatúes nada, las únicas marcas que quiero verte son tus pecas-

-odio las pecas, al menos el maquillaje las disimula un poco-

-solo las el rostro, en los hombros tienes más, incluso en las nalgas tienes unas cuantas-

-¡gha!-

-están bien, me encanta besártelas...son como constelaciones, me fascinan-

-me puedo tatuar una constelación de verdad, pequeña, así nadie la notara, o podría tatuarme una palabra-

-¿qué palabra?-

-"Feldspar"-

-...-

-...-

-no tienes por qué hacer eso-

-¿por qué no? Tú tienes tatuada la palabra "Honey", así estaríamos iguales...quiero marcar mi piel con algo tuyo-

-ya dije que no es necesario, además tu piel ya está marcada-

-¿otra vez con las pecas?-

-no me refiero a las pecas, hablo de todos esos besos que te he dado –sonrió el pelinegro haciendo sonrojar al otro- puedo asegurar que no hay centímetro de tu cuerpo que yo no haya besado, todo tu estas marcado por mí y eso no lo olvidaras nunca, es tan permanente como un tatuaje-

HoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora