Había iniciado el día despertándose con los gritos de sus molestos vecinos, era aún muy temprano para tal escándalo, pero no servía de nada quejarse, el encargado edificio era por demás indiferente y poco le interesaban las quejas de los inquilinos, Tweek se levantó de la cama, caminando por el piso viejo y rechinante hasta la diminuta cocina, solo para darse cuenta de que ya no quedaba ni un grano de café, lo cual lo alarmaba, pues no podía vivir sin su taza diaria por la mañana, y el tan solo ver el fresco vacío le presagiaba ya un muy mal día
No se equivocó...
Apenas salió de su piso se encontró con la vieja cara de su casero, exigiéndole con la mano estirada el pago del presente mes, Tweek tuvo literalmente que rogarle que le diera un par de días más para conseguir el dinero, cosa que el anciano acepto de muy mala gana y amenazándole con que si no le pagaba en tres días lo echaría con sus cosas a la calle, Tweek salió mucho más estresado del edificio al escuchar eso, empezó a caminar a paso apresurado rumbo a su universidad, la cual quedaba un poco lejos y obviamente sería más rápido llegar por el subterráneo, pero el dinero escaseaba demasiado y Tweek prefería ahorrar lo del boleto del pasaje a para gastarlo en otras prioridades -como material de estudios o alimentos básicos- de vez en cuando Tweek se detenía fuera de pequeños locales donde veía anuncios en los que se solicitaba ayuda o empleados, mas sin embargo hasta en ese momento no había tenido suerte, nadie quería contratarlo de medio tiempo y eso hacía más difícil su búsqueda, la lluvia cayó, empapando al chico por completo, el cual tuvo que correr aún más rápido para llegar a clases, cuando llego al plantel un auto en el estacionamiento derrapo a su lado y lo salpico con lodo, dándole ya una apariencia horrible, el tratar de limpiarse solo lo hizo demorar más y que el señor Mackey no lo dejara pasar a clases, cansado fue a la cafetería a comprarse un sándwich para comer, pero cuando reviso su bolsillo solo encontró un hoyo en el, dejándolo así mojado, sucio, hambriento y sin un centavo encima
Tweek se sentó en una solitaria mesa mientras veía la lluvia caer por la ventana, quería imitar al cielo y soltarse a llorar hasta que se quedara seco, pero se mordió el labio evitando que eso pasara, no quería sentirse así de perdido y miserable, quería ser optimista y pensar que todo mejoraría, aunque fuera muy difícil, en ese momento anhelaba más que nada un abrazo de sus padres y que estos le dijeran que todo estaría bien, pero eso era imposible, ellos estaban muy lejos y él no quería llamarles solo para quejarse de su infortunio, porque de hacerlo sus padres querrían ayudarlo y arreglar sus problemas por cualquier medio, Tweek no quería eso, porque una gran parte de su decisión de salir de su pueblo natal a la gran ciudad fue precisamente para aprender a valerse por sí mismo, quería estudiar, trabajar y volverse un adulto de provecho muy distinto a ese chiquillo tembloroso y débil mental que fue antes, mas sin embargo en situaciones como la actual era cuando Tweek de nuevo se sentía niño, débil, tembloso y solo sentado en una mesa de cafetería
-¿hola, me puedo sentar?-
Sus ojos se levantaron encontrándose con una hermosa chica, rizos dorados, ojos verdes, cuerpo escultural apenas disimulado por el elegante abrigo rojo, era como una súper modelo, la cual extrañamente le sonreía mientras sostenía un par de cafés en las manos
-ugh...si...si, claro, yo ya me iba-
-¿te vas?-
-sí, ya no tengo ninguna clase que tomar hoy-
-entiendo, pero afuera está lloviendo a mares ¿te iras así? Por lo menos toma un café conmigo, mientras pasa la lluvia-
-uhg...gracias...mmm-
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Honey
Hayran KurguA esa hermosa piel que amaba desde hace tiempo le hacia falta algo importante, algo como un nombre...*Creek* Au mafia* contenido sexual explicito* One shot*.