08 | No me apuren que me asusto |

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𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗢𝗖𝗛𝗢
| 𝘕𝘰 𝘮𝘦 𝘢𝘱𝘶𝘳𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘢𝘴𝘶𝘴𝘵𝘰 |

Johnny me deja en el porche de entrada de la familia Wheeler. A lo lejos observo cómo su auto se aleja, hasta perderlo completamente de vista.

Es en ese momento que decidido tocar el timbre de la gran casa. Y espero lo que parecieron horas— si, mi lado dramático volvió. Aunque, si lo piensas bien, en realidad nunca se fue.— hasta que un Mike Wheeler me abre la puerta con la respiración agitada. Su rostro cambia a confusión al verme allí.

LadyMary, ¿qué haces aquí?— pregunta, sin dejarme pasar todavía. Este simple gesto me hace entender que realmente algo está sucediendo, que algo está ocultando.

Mike es uno de los niños más tiernos, adorables y cariñosos que conocí en mi no tan larga vida. Cada vez que venía con Will aquí— ya que si, cuando los cuido vengo aquí. Este el lugar de encuentro y en donde pasan la mayor cantidad de horas—, siempre al llegar, luego de saludar a Will, se arrojaba sobre mis brazos y me arrastraba dentro de la casa hacia el sótano. El lugar de todos ellos, su cueva, su refugio.

Y si se preguntan el por qué Nancy, la hermana mayor de Mike, no los cuidaba, ya que es su casa después de todo, es por una simple razón: ella es una cerberito— y lo digo en la mejor de las formas— y siempre hacia algunas cosas extracurriculares o algo dentro de la escuela... y ahora sé también que es porque sale con Steve.

Pensar en él me dan ganas de golpear algo.

—No te voy a andar con rodeos, Mikey.— comencé, dándole pequeños vistazos al interior de su hogar.— Sé qué hay algo extraño sucediendo, qué hay algo que ocultan tú y los demás.— con los ojos abiertos en par en par y cara asombrada separó sus labios para contestarme, pero lo interrumpí.— Lo sé porque... me ha estado pasando también.

Ahora si, con la cara más asombrada que un niño de doce años pueda tener, sujetó mi mano y me obligó a entrar en su hogar de un tirón.

—Hay algo que debo mostrarte.

Me lleva arrasando hacia el sótano, y una vez allí veo a Lucas, Dustin y a una pequeña nueva, con el pelo rapado y mirada asustada.

—Hola chicos, ¿nueva amiga?— pregunto una vez que llego a su lado y me siento a un lado de Dustin.

—¡Mary!— exclama éste.— ¿Qué estás haciendo aquí?— le manda una mirada a Mike sin disimular, y yo ahí, sentada a su lado, observando todo. Son niños todavía, claro está.

—Ella sabe cosas.—responde sentándose a un lado de Lucas, por lo que está en medio de él y la niña que aún no se el nombre. Dustin me mira con confusión y una pequeña sonrisa. Diablos, es tan adorable sin sus dientitos.

—¿Tú también, MaryLady?— pregunta Lucas decepcionado.— Esperaba más de ti, la verdad.

—Mira Lucky, si no estuviésemos en las situación en la que nos encontramos, te daría un gran zape en la nuca.— comencé a hablar mientras lo miraba.— Pero como estoy demasiado nerviosa y perdida, no puedo gastar energía en algo como eso.— continué dramática, logrando mi cometido: sus risas. Después de todo, como dije antes, son niños. Y el perder a un amigo, ya sea muerto o desaparecido, deja sus vidas de cabeza. Eso no quiere decir que a cualquier edad no pueda ocurrir esto, pero al ser sólo niños, no cuentan con herramientas qué tal vez los más grandes si poseemos.— Ahora bien, ¿qué les parece si comienzan a introducirme a esta adorable niña?

—Se llama Eleven.— me contestó Mike.— La encontramos en el bosque, la noche en la que desapareció Will.

—Un gusto, El.— le regalé una suave sonrisa.— ¿Puedo llamarte así, verdad?— le pregunté, a lo que asintió con su cabeza tímidamente. Volviendo mi cabeza hacia los chicos dije:— Bien, los tres coloquen bien sus traseros en el suelo, porque se avecina una lluvia de preguntas.

𝔉𝔯𝔦𝔢𝔫𝔡𝔰 | Steve Harrington [FDL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora