𝑾𝒂𝒍𝒌 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒘𝒂𝒚 |OT2020, tu historia|

Party hard

Primero de todo, mil gracias por hacer que en menos de 1 semana esta historia tenga más de 1K de visualizaciones y más de 100 votos, no se cómo agradeceroslo enserio ✨

13 enero

Primer despertar en la academia. Esta vez, hoy amanecí con ganas de descubrir todo lo que nos podía brindar este lugar, aunque sabía perfectamente que a medida que los días y las semanas fueran pasando, no habría quien me levantara de la cama. Soy ese tipo de personas que tiene alarmas cada 5 minutos debido a lo que le cuesta madrugar.

—Estoy súper agusto, me ha encantado la cama.- Maialen charlaba con Nia cuando llegue a la zona de aseo.

—Buenos días.- Dije medio zombie. Yo por las mañanas no era persona, y mucho menos después de lo poco que dormimos todos esta noche por la adrenalina que teníamos en el cuerpo.

—Menuda cara tienes.- Me dijo Nia que se estaba desenredando el pelo, mientras me lavaba la cara.

—Ya, voy a estar así todas las mañanas y lo que más me preocupa son las clases de fitness. De verdad yo soy una persona súper poco activa y me cuesta muchísimo hacer deporte, y mucho más por las mañanas.- Lo que decía era totalmente cierto, soy horrible con los deportes, y no es sólo por que sea una vaga, si no por que hace algunos años me detectaron anemia, y eso provocaba que tuviera la resistencia por los suelos.

—Buenos días.- Gérard llegó y me dio un abrazo amoroso de esos que solo él sabe dar.

A lo largo de los minutos mis compañeros se fueron despertando y fueron pasando por la zona de aseo para hacer sus cuidados mañaneros. Yo a todo esto, estaba intentando lidiar con el micrófono de las narices del cual desconocía absolutamente su modo de uso.

—Oye por favor, ¿Una ayudita?- Pregunté ya estresándome con el aparato.

—¿Pero que estás haciendo?- Dijo Gérard llegando a mi lado.— Anda, trae que te ayudo.

—Bueno, en verdad no sé quién tiene menos idea, si tú o yo.- Dije riéndome. Esto lo decía ya que antes Gérad había estado peleándose con el micro por qué tampoco se aclaraba.

—Vale, mira, esto va así.- Me enrolló la cinta donde estaba el micro enganchado al rededor de la cintura.

—Ya, pero es que así me pica, estaba intentando...- Me cortó la frase para hablar él.

—¡Ah! Mira, mira, ya sé.- Intentó hacer una maniobra extraña que no la entendí ni yo. —Vale no, no sé. Espera, creo que lo he roto.

—¿¿¡¡COMO QUE LO HAS ROTO!??

—NO LO SÉ, ES QUE NO SÉ QUE ESTOY HACIENDO.-  Me empecé a reír por el contexto de la situación mientras Gérard intentaba comprobar si se había cargado el micro a la vez que intentaba aguantarse las ganas de reir —Ah, vale, no. Uff menos mal jaja.- Ya no sabíamos si reír, llorar o tirar el dichoso micro por la ventana.

—Pero ¿No es más fácil que te lo pongas en la zona de la cadera, por encima del pantalón y luego ponerte el jersey por encima para que no se vea?- Llegó Ariadna, colocándomelo como había dicho y solucionando esta ridícula situación. Gerard y yo nos miramos mutuamente sin asimilar como podíamos habernos complicado tanto la vida con lo sencillo que era.

—Me siento súper inútil ahora mismo.- Le dije a Gérad mientras nos seguíamos riendo con cara de incredulidad.

—Esperate, ¿Sabes que hay que cambiar las pilas del micro dos veces al día?

—Que dices, yo ya desisto eh .No llevo ni 10 horas en la academia y ya he fracasado públicamente.- Yo ya sabía que mi vida en la academia iba a ser un cuadro, por qué soy un desastre de persona, pero aquí al estar tan bien cuidados y supervisados 24/7, esperaba darle un poco de orden a mí vida. Pero ya veo que eso no va a ser posible.—Bueno.- Dije en tono repipi mirando a la cámara más cercana.— Vamos a nutrirnos, aqui no ha pasado nada.— Gérard y yo nos cogimos del brazo y como unas auténticas divas nos dirigimos a desayunar.