Capítulo 8

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¡Hola!

Para el vestido de Valentina se los dejo todo ha criterio suyo, solo no olviden que es extravagante, no tanto como el vestido de Ariana grande en los grammy 2020, pero si que destaque de los demás.

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Al entrar en la casa de Sebastian todas las miradas se fijaron directamente en mi, reconocí a muchos familiares lejanos y también a algunos de mis primos.

- ¿Vas a una alfombra roja?

- ¡Javi! Me asustaste.

- Te vez hermosa.

- Vengo de una cesión de fotos, no tuve tiempo para cambiarme.

- Que suerte tengo - Siento como intenta acercarse más a mí.

- Javi cariño tu padre llegará pronto ayúdame por aquí.

- Ya voy madre.

- Nos vemos.

- No bailes con nadie hasta que regrese.

- No te prometo nada.

- Siempre sabes como provocarme.

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Ya pasaron diez minutos, Sebastian llego hace poco, pero no pude felicitarlo, apenas llegó todos fueron hacia el para desearle un feliz cumpleaños y siguen de esa manera. Hace demasiado calor en este lugar saldré al jardín para quitarme el calor.

La casa de Sebastian es enorme me llevo otros diez minutos caminar hasta llegar a su jardín pero cada minuto valió la pena, este lugar es hermoso es como una réplica exacta del jardín de la reina roja, excepto que la fuente no tiene una enorme cabezota. Todo lo demás se mantiene, los grandes rosales, un gran laberinto y luces que ayudan a que se vea aún más mágico.

- ¿Te gusta el lugar?

- ¡No puede ser! - ¡Sebastian! - No se como corrí tan rápido pero ahora sólo puedo sentir su aroma y como me sostiene entre sus brazos.

- Hola cariño.

- Me alegra tanto que estés aquí.

- Solo pasó un mes.

- Aún así fue mucho tiempo para mí.

- Lo sé linda.

El me suelta y empezamos a caminar por el jardín.

- ¿Cómo estas en tus estudios?

- Bien, pero no tengo mucho tiempo por mis ensayos y grabaciones.

- Lógico.

- ¿Cómo te fue en tu viaje?

- Bien, habrá una reunión con los productores y directores dentro de poco, este ascenso me acerca aún más a la presidencia.

- Lo siento siempre sales de viaje por mi culpa.

- No digas eso, es mi trabajo . . . ¿Entramos?

- Claro - Entramos al laberinto del jardín - ¿Qué pasa si nos perdemos?

- Tranquila se como regresar.

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Pasó mucho tiempo este lugar es interminable, lo único que puedo ver es la espalda de Sebastian, los grandes muros de hojas y la luz de la luna iluminando el lugar.

- ¿Hasta dónde me llevas?

- Aquí ya está bien.

- ¿A qué te refieres? - Y sin darme una respuesta empezó a besarme. Aunque estaba claro lo que quería hacer.

Después de muchos besos y caricias el empezó a quitarme el vestido y depositar pequeños besos en mi cuello. Estoy preparada, quiero que me haga suya . . . Pero de por sí se detuvo.

- ¿Qué pasa?

- Ya no podemos hacer esto.

- Siento como se separa de mi - Claro que sí, si podemos.

-Escucha Valentina lo nuestro terminó.

- ¿Cómo? - ¡Pero que dice!

- Desde ahora sólo tendremos una relación normal entre tío, sobrina y representante, artista.

- . . .

- No dices nada.

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- Se que estas enojada con migo, gritame, golpeame, ¡Dime que soy de lo peor, pero no te quedes callada!

- ¿Éso es lo que quieres verdad?, pues no lo haré, sabes que te amo y aún así me dices esto, si quieres que termine, ¡pues que termine!

- . . .

- Ahora eres tú el que calla . . . Vete.

- Vámonos - Toma mi mano - No sabrás como salir.

- ¡Suéltame! - Me suelto de su agarré.

- ¡Te perderás!

- ¡Quiero que te vayas! - Las lágrimas resbalan por mi rostro.

- No me iré sin ti.

- ¡Dije que fuera! - Estuvimos un momento en silencio pero al fin se fue. Hace tiempo que no siento este dolor, esta horrible sensación en el pecho. Sebastian es el hombre al que amo, desde que mi carrera inició, estuvimos mucho tiempo juntos, en cada viaje que hacíamos siempre terminábamos teniendo relaciones y saliendo de paseo por cada lugar al que íbamos.

Al final pensé que sería una aventura como las demás pero con el tiempo llegue ha enamore de él, me duele mucho el pecho, el corazón.

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Pasó el tiempo, no se exactamente cuanto, pero me cansé de llorar, es momento de que regrese a la fiesta.
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Un momento

¿Dónde estoy?, me perdí, como volveré

Dejé todas mis cosas en la fiesta

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Gracias por leer

Secretos IncestuososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora