Obscura como la obsidiana.

12

La gema corrupta, que tenía un parecido demasiado notorio con un gran perro verde rocoso de melena blanca estaba solo a centímetros del rostro de Perla. Intentaba frenarla con ayuda de su lanza, podía notar su aliento caliente quemándole las mejillas.

— ¡G-Garnet!

No hizo falta más, los dedos de Garnet aparecieron detrás del cuello de la gema, arrastrándola y arrojándola al otro extremo de la calle.

Tantos locales habían sido destruidos. Garnet y Perla comenzaban a extrañar la compañía de sus amigas, en ese momento, la necesitaban más que nunca.

Las personas habían sido evacuadas y habían encontrado a la gema mordisqueando un poste eléctrico. Mientras Perla intentaba mantener la cabeza fría no podía dejar de pensar que nada ocurría al azar, aquella bestia se había lanzado justo contra Ciudad playa, se había acercado a todo ese ruido. Mientras que Garnet podía perturbarla chocando tapas de contenedor de basura ¿Qué estaba sucediendo?

—Garnet ¿No crees que es extraño que esta gema atacara a las personas y solo destruyera...cosas? Ni siquiera hubo heridos.

—No me importa si hubo o no heridos, quiero sacar a esa cosa de la ciudad antes de que derribe un solo edificio más.

—Pero...

—Solo haz lo que digo. —Exclamo Garnet mientras corría en dirección a la gema, que imito su acción y también se arrojó contra la fusión.

Perla solo vio que algo rojo y fugaz golpeaba a Garnet y la arrojaba contra el arcade del Señor Sonrisas, la gema se incorporó y ataco a Perla, quien solo pudo apartarse para evitar el golpe.

Tenía un cuerpo extraño, delgado, con dos patas delanteras cortas y una cabeza ovalada con una mandíbula sin dientes, su gema estaba ubicada en su frente y sus brazos eran tan grandes y largos que casi no usaba sus pies para caminar. Apunto con su lanza y disparo una ráfaga de rayos contra ella, que se apartó con un salto y aterrizo intentando morderla, en un momento, se arrojó contra ella, como una bala, golpeándola en el estómago y enviándola lejos.

Mientras Garnet continuaba haciendo ruido para asustar a la gema verde, Perla esquivaba las poderosas embestidas de la gema roja.

Sus guanteletes se cubrieron de una estela eléctrica, mientras la gema verde se encogía atemorizada, muy a pesar de su gran tamaño y del daño que había provocado. Garnet sintió que se le encogía el corazón.

—Tranquila, prometo que solo dolerá un segundo...—Dijo la fusión con voz suave aproximándose lentamente.

Se escuchó un alarido, la gema roja había sido herida por Perla, quien había clavado su lanza en uno de los hombros de la gema, estaba pinchada en un muro y se retorcía de dolor mientras Perla intentaba aproximarse, pero la gema arrojaba chorros de fuego que se lo impedían La gema verde comenzó a gruñir, luego se arrojó contra Garnet y la aparto de un cabezazo mientras corría a socorrer a su compañera. Perla intento apartarse, la gema verde sujeto una de sus piernas y la arrojo contra el muelle, aterrizando justo al lado de Garnet.

Se acercó a su compañera, arranco la lanza de su cuerpo y comenzó a lamer su hombro ahí donde la habían herido, la piel comenzó a brillar y a sanarse, cerrando el corte en un segundo.

—Por favor dime que viste eso...—Dijo Garnet ayudando a Perla a levantarse.

Estaban molidas, no podrían continuar luchando así por mucho tiempo.

La gema roja apareció bajo la cabeza de su compañera, gruñendo en posición defensiva. Ambas criaturas comenzaron a brillar, rojo y verde, que se iban combinando en una figura de luz dorada; su cuerpo era como el de un perro, sus patas traseras tenían pezuñas, dos enormes brazos rematados en tres garras parecidas a cuchillos y una cabeza puntiaguda, protegida por una especie de casco negro.