Obscura como la obsidiana.

10

Había permanecido todo ese tiempo en la oscuridad, su fisura, que cubría solo la mitad de su extensión, tal y como había quedado la última vez que la gema brillo, fue tocada levemente por la cálida luz del amanecer, el bosque continuaba igual de salvaje que hacia mil años en el pasado, pero eso poco le importaba a la mente que dormitaba en su interior, sin ningún pensamiento que pudiera apartar ese dolor.

Su cuerpo se hallaba medio enterrado en el suelo, rodeado de hierba salvaje, pero cuando el sol acaricio la gema, este le devolvió el destello, que era de cierto tono violeta. La luz cubrió la forma de aquel cristal con la vaga forma de una lágrima. Dos piernas, un torso y dos brazos emergieron de la luz, parecido a un monigote que no tardo en afinarse y dibujarse en el aire.

La gema se quedó estática un momento, con los ojos cerrados, sintió que le fallaban las rodillas y cayó al suelo.

— ¿Hmm?—Observo con cuidado sus manos, apreciando la forma fina de sus dedos, el color oscuro de sus uñas, que eran como perfectos óvalos.

Llevo sus manos a sus rodillas, subiendo hasta su estómago y finalmente llegando a su rostro, acariciándolo con delicadeza, como si se tratara del pétalo de una delicada y hermosa flor, corroborando el espacio de sus ojos, la textura de sus parpados y la forma de su nariz. Introdujo sus dedos entre las hebras de su cabello, y solo cuando hubo terminado de examinar cada parte de su cuerpo observo la misteriosa joya que sobresalía de su pecho, le dolía tocarla, así que desistió de intentar quitarla de su lugar.

Estaba amaneciendo, y algo la llamaba, no entendía nada de donde se encontraba, porque estaba en ese sitio o a donde debería dirigirse, pero solo tuvo que dar un paso cuando se encontró caminando por aquel terreno que aunque misterioso e inhóspito, le resultaba agradable y familiar.

Tomo un pequeño objeto del suelo y le quito la tierra con los dedos, era una especie de punta, de forma vagamente triangular, al no hallar ningún reconocimiento en su mente perturbada, lo dejo caer y continuo avanzando. Escucho un zumbido en su hombro y encontró un gordo insecto brillante mirándola con unos ojos negros y parecidos a minúsculas perlas, el insecto era como una joya, lo tomo con delicadeza y lo observo en su mano, no daría problema alguno, así que le permitió continuar en su hombro, mientras avanzaba.

No podía desviarse porque no sabía a donde se dirigía realmente, pero bastaba con dar un paso para que sus piernas, más sabias que ella, la dirigieran hacia donde debía estar.

No tardo en ver aquello que la llamaba o más bien, aquello que una parte de su mente le decía que debía encontrar, sobresalía de la tierra, medio oculto entre cientos de malezas que lo habían cubierto, en un principio le pareció que era una gran roca vagamente afectada por los elementos, pero basto con tocarla para advertir que estaba hecha de metal y que las formas vagas que había visto eran en realidad cinco dedo regordetes, perfectamente articulados cada uno, y cubiertos de enredaderas que tuvo que dedicarse a retirar. Consiguió revelar rápidamente la mano de un gigante, con una ventana en forma de burbuja donde estaría la palma.

Froto con cuidado la superficie de cristal, un perfecto rectángulo, donde habían dibujado el contorno de una mano, sus dedos acariciaron la fría superficie, y cuando verifico que el procedimiento no le causaría ningún dolor, oprimió su palma en este espacio y espero. Con un sonido extraño que indicaba los años de polvo acumulados entre sus mecanismos, la gran ventana se extendió hacia arriba, revelando el interior de la nave, que era casi tan grande como un barco de pesca.

El interior estaba intacto, y la sensación familiar aumento cuando observo el panel, y la pantalla, que se encontraba completamente en negro. Exploro con cuidado el lugar, había seis habitaciones con espejos y algunos objetos desconocidos, un armario lleno de armas de combate cuerpo a cuerpo y algo que parecía una gran esfera de cristal y que a través de cientos de tubos, debía de dar energía a la nave, a modo de batería. Evito tocarla, parecía que estaba activada y un líquido parecido al magma, pero de color amarillo, se agitaba en su interior y parecía refulgir todavía.