Skyler.
— ¿Y mi maravillosa familia donde esta?— escuche como mi padre gritaba desde el primer piso.
Lentamente saque la laptop de mis piernas y los pose sobre la cama.
Baje las escaleras hasta llegar a la cocina, lugar donde se encontraba mi padre tomando un vaso de agua.
— ¿Por que llegas tan temprano? —le pregunte tomando una galleta que nos había traído la abuela.
— ¿Y tu por que cada vez que llego temprano lo único que haces es preguntarme que hago llegando tan temprano? Ni un Hola para este pobre viejo que se mata trabando —me reclamo.
— Hola. ¿Que haces llegando tan temprano?
Mi papa suspiro mientras rodaba los ojos.
— ¿Donde esta Will? Tengo una sorpresa que darles —sonrió.
— Espera, espera... ¿Que sorpresa? Me refiero a que la ultima vez que nos diste una "sorpresa" fue que te ibas a casar en unos días. Por cierto ¿Cuando era que llegaban?
— No te me adelantes, querida. Mejor has algo productivo y ve a buscar al flojonazo de tu hermano.
Me comí la ultima galleta y corrí hacia las escaleras.
— ¡Will! —grite mientras caminaba por el pasillo.
— ¿Que? —grito de vuelta.
— ¿Estas haciendo algunas de tus cochinadas? —le pregunte mientras me paraba frente a la puerta de su habitación.
— Si, ¿Por que?
— Papa llego. Baja antes que venga el a por ti.
— ¡Bueno!
Baje hacia la cocina nuevamente.
— ¿Y tu hermano?
— En un minuto baja —le respondí mientras sacaba un helado de la nevera y me servia un poco —. ¿Buena o mala?
— ¿El que? —pregunto despistado.
— La sorpresa. ¿Buena o mala?
— Desde el punto que la quieras ver...
— ¡Amigos míos! Llego por el que tanto lloran —entro Will a la cocina con un buzo y una camiseta gigante. El pedazo de hiphopero que me gasto como hermano.
— Pareces un delincuente —lo reprendió mi castaño padre.
— Es mi pijama, papa. Déjame.
— ¿Que haces con pijama a las 4 de la tarde? Los chicos de tu edad están buscando novia, no vagando como lo haces tu. Yo quiero nietos.
— ¡Papa!
— Solo tiene ojos para Michelle —dije remarcando la Ch y agitando las pestañas.
— ¡Syler!
Mi papa levanto la mano y chocamos sus 5.
— En fin... A los que nos convoca. Tengo una sorpresa que darles.
— Yo me retiro. Tus sorpresas son un asco —comento mi hermano mientras salia de la cocina.
— ¡William ven aquí en este mismo momento!
Segundos después apareció mi hermano.
— Cuéntanos que pasa.
— Cristie llega pasado mañana por la tarde y lamento informarles que nos vamos a cambiar de casa esta misma tarde —sonrió.
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Rechazados
Teen FictionLa vida da muchos giros inesperados y esta vez no es la excepción. Ser rechazada por el que algún día dijiste "Él es el amor de mi vida" es un golpe muy duro para unas niñas de 14 años, convertiste en el hazmerreír gracias a los chicos que algún día...