— Vamos Daniela, apúrate llegaremos tarde —presione a mi amiga para que se apurara, ya que llegaríamos tarde a clase.
— ¡Maldición Sky! Dije que esperes. ¿Crees que es fácil correr con estas cosas? —Dijo mirando las botas con taco que llevaba puestas.
— Solo cállate y apúrate.
— Bien —Respondió mientras corría por toda la habitación tratando de encontrar sus accesorios.
Ayer luego de un arduo debate sobre si al fin nos atreveríamos y nos declararíamos o no antes los chicos por los cuales hemos estado enamoradas desde que tenemos memoria. Finalmente decidimos que si, al fin saldríamos del cascaron y nos atreveríamos a tomar una decisión por primera vez en nuestras vidas. De esto depende si llorar o sonreír.
— ¡Al fin! —grite mientras bajábamos por las escaleras, donde nos encontramos con mi hermano con los brazos cruzados mientras esperaba que bajáramos.
— Las princesas por fin se dignaron a bajar —nos dijo mi hermano en tono irónico mientras caminaba hacia la puerta.
— Chistosito —lo golpee en el hombro.
— Y tú —me apunto con el dedo —.Eres una bruta —dijo masajeándose la zona en la cual lo golpee.
— Si, como digas —me encogí de hombros restándole importancia a su comentario.
Mi relación con Will era muy bipolar, el 50% del día éramos los hermanos inseparables y el otro 50% no lográbamos soportarnos.
— ¿Por qué se demoraron tanto? —pregunto papa una vez estuvimos montados en el coche.
— Las princesitas, como siempre. —se burló Will.
— Will, no seas irrespetuoso, no trates así a Daniela ella no es tu hermana. —mi padre reprocho a mi hermano.
— Qué más da —se encogió de hombros —. Pasa más en nuestra casa que en la suya, ya es de la familia —comento este con desinterés.
Daniela era mi mejor amiga desde los 8 años. Ella es la hija del mejor amigo de mi padre, cuando era pequeña no la soportaba porque era muy llorona y consentida, pero con el paso del tiempo comencé a conocerla mejor y de poquito a poco comenzó a ser mi mejor amiga.
— Eres un idiota —le dije mientras lo volvía a golpear.
— ¡Skyler! ¡No golpees a tu hermano! —esta vez me regaño a mi
— ¡El comenzó! Y lo viste, así que no me regañes. —me cruce de brazos.
El suspiro mientras comenzaba a entrar al estacionamiento del instituto.
— Bien mis niños, yo los dejo aquí.
Nos bajamos del auto y comenzamos a caminar. Daniela se veía algo chistosa mientras caminaba, creo que la práctica de anoche no sirvió mucho.
— Camina derecha y sin tambalearte. —le susurre en el oído.
— Na, ¿Enserio? ¿Qué crees que estoy intentando? —me fulmino.
— Ya, perdón. —le dije mientras levantaba los brazos a cada costado de mi cabeza.
Comenzamos a caminar por el pasillo sin que nadie notara nuestra existencia. Daniela ya caminaba bien, bueno bien bien no solo que ya no parecía que estuviera haciendo malabares.
Llegamos a nuestros casilleros, los cuales casualmente se encuentran uno al lado del otro.
Comenzamos a escuchar suspiros de parte de las chicas, ni siquiera era necesario girarse para saber de quien se trataba.
ESTÁS LEYENDO
Rechazados
Teen FictionLa vida da muchos giros inesperados y esta vez no es la excepción. Ser rechazada por el que algún día dijiste "Él es el amor de mi vida" es un golpe muy duro para unas niñas de 14 años, convertiste en el hazmerreír gracias a los chicos que algún día...