Scott L. X Peter Q.

2.6K 317 56
                                    

— Papi ¿entonces no tengo que ir a dormir con mi madrina? — preguntó Cassie haciendo un mohín mientras se llevaba una gran cucharada de cereal y yogurt a la boca.

— No bebé, no es necesario — respondió Scott mientras revolvía una olla — ya no iremos a cenar por San Valentín porque tu papá despertó resfriado y al parecer se va a morir — soltó el omega riendo, no entendía como los alfas que se creían tan fuertes, caían ante un simple resfrío, ya le gustaría que parieran, ahí sí que morirían de dolor — cuando termines ve a alimentar a los animalitos, y cámbiale el agua a Georgie, gracias cariño — finalizó el omega besándole la coronilla mientras la niña asistía, comiendo aún más rápido para poder ir a jugar con su conejito.

El omega terminó de cocinar su sopa mientras hizo algo de gelatina, porque Peter Quill no se enfermaba nunca pero cuando lo hacía era el fin del mundo, y el pobre de Scott tenía que soportarlo comportarse como un simple cachorro, incluso hacía más berrinche que su Cassie.

— Cariño siéntate, traje algo de comida — dijo el omega mientras Peter se intentaba sentar, le dio un ataque de tos y Scott tuvo que ir a ayudarlo dándole un poco agua, para luego tocar su frente y notar que había subido la fiebre, al parecer si había enfermado de verdad.

Scott lo alimentó con cariño, dándole algunas cucharadas mientras Peter con una sonrisa sonreía, le gustaba ser mimado y realmente adoraba a su omega por cuidarlo de esa forma. Luego le dio la gelatina seguido de algunas medicinas para luego mandarlo a dormir, necesitaba descansar para recuperarse cuanto antes.

Mientras Peter dormía, Scott fue a jugar con su pequeña quien para ese entonces estaba sentada en el suelo jugueteando con todas las mascotas que tenían, el nuevo integrante era un perrito con una cicatriz en la frente, Cassie siguiendo la costumbre de su papi decidió llamarlo Harry.

Limpiaron y alimentaron a los animales, luego jugaron un poco en el jardín y Scott siguió ordenando cuando Cassie se fue a ver la televisión. Ya se había animado a salir a cenar, cosa que no hacía nunca, pero tampoco le molestaba, sólo le interesaba que su alfa siempre estuviera con él.

— Scottie me siento malito — dijo el alfa con una voz chistosa, tenía la nariz apretada. El omega soltó una risita y le llevó algo de papel — omega no te puedo oler — soltó ahora lloriqueando mientras Scott lo acunaba como si de un niño pequeño se tratase, arrullando a su alfa afiebrado. Le dio algo de agua y se fue con una idea en mente, de inmediato fue por su cachorrita, de seguro ella lo ayudaría con su idea.

Cassie tomó la mano de su papá y comenzó a tironearla para que se levantara, Scott le puso una manta por la espalda y juntos lo llevaron hasta el salón, el cual estaba exquisitamente decorado con hermosos dibujos que Cassie había hecho.

En la mesita frente al amplio sofá, se veía una serie de exquisitos y saludables alimentos, sentaron a Peter y lo arroparon bien mientras Cassie ponía una película en la televisión.

— Feliz San Valentín mis amores — dijo Scott sonriendo.

— Feliz día del amor papis, ustedes son lo que más amo — expresó Cassie riendo mientras abrazaba a sus dos padres.

— Hasta que un omega te enamore — gruñó Peter ganándose un golpe por parte de su esposo.

Un par de horas más tarde Cassie se había quedado dormida, rodeada por las caricias de sus papis. Scott la tomó entre sus brazos y la fue a dejar a su cama, dando un cálido beso en su frente, realmente adoraba a su cachorrita.

Luego fue por su esposo, quien para ese entonces ya estaba cabeceando del sueño, Scott riendo se lo llevó hasta la habitación que compartían, luego lo abrazó con cariño, le daba lo mismo el resfrío, un par de virus no acabarían con él.

— Perdón por arruinar nuestra cita — dijo Peter algo apenado.

— ¿Qué? — preguntó Scott haciéndose el ofendido — tuve el mejor san Valentín, lo pasé con mi amado alfa y con la niña de mis ojos, no le puedo pedir nada más a la vida, lo pasé con mis más grandes amores.

— Te amo bonito — respondió Peter yendo por sus labios — al fin puedo volver a sentir tu aroma — dio un gritito lleno de felicidad mientras apretaba aún más a su omega, sólo habian sido un par de horas, las más horribles de su vida.

— Amor cuando estás trabajando no me estás oliendo — respondió divertido.

— Siempre estoy rodeado por tu aroma cariño, siempre huelo a ti y a Cassie, fue horrible no sentir mis aromas favoritos — expresó lleno de pánico y Scott no pudo evitar comérselo a besos, su alfa era el más tierno del mundo, ya no le importaba resfriarse, pero él simplemente no se podía privar de sus besos.

Y así fue como un par de días después Scott estaba en cama, mientras Peter intentaba hacer una sopa, una que al menos fuera comestible, pero finalmente tuvo que llamar a Hope por algo de ayuda mientras la pequeña Cassie no dejaba de burlarse de él por ser un alfa inútil. 

Saga Omegaverse Marvel: Súper San ValentínWhere stories live. Discover now