Kurt x Warren

2K 232 19
                                    

El omega iba corriendo, se había quedado dormido luego de haber pasado su estúpido celo, ahora iba tarde y justo ese día tenía una reunión importante, no quería quedar mal, como un omega irresponsable.

Esa mañana se había tomado una dosis realmente alta de supresores, sólo así había logrado hacer que su celo se apaciguar, pero tenía miedo no sabía si podía volver o tener algún efecto secundario, nunca había hecho tal locura, pero necesitaba demostrarle al señor Worthington sus capacidades.

Su reunión había sido un éxito, sus jefes estaban realmente orgullosos de sus ideas, así que lo había hecho saber el señor Worthington primero, así que Kurt no daba más de felicidad, su día sería ideal si no estuviera teniendo un fuerte dolor de cabeza.

En ese momento sus sienes dolían como el inferno, sentía que su cabeza se abriría en cualquier momento, como si un monstruo quisiera salir de ahí. Y no ayudaba el ambiente que había en la empresa, pues el aroma de los alfas y los omegas lo tenían mareado, y no ayudaba el olor a flores y chocolate que se sentía en el lugar, maldito día de los enamorados, maldijo Kurt apretándose el puente de la nariz.

Levantó la vista cuando sintió que algo era dejado en su escritorio, encontrándose con un vaso gigante de café y una bolsita con algún pastelito.

— Felicitaciones Kurt, fue un excelente trabajo — explicó Warren felicitando con una amplia sonrisa, para luego irse de ahí, tan tranquilo como había llegado.

Kurt se quedó mirando la comida, de inmediato se lanzó a comerlas, no se había dado cuenta el hambre que tenía hasta ese momento, se encargaría de agradecerle más tarde, había sido un gesto muy bonito por parte del alfa.

El omega estaba enojado, la gente ese día prácticamente no estaba trabajando porque al parecer tenían la cabeza en cualquier otra parte y Kurt odiaba aquello, despotricaba contra esos tontos irresponsables, incluso sus trabajadores más listos como Hank y Bruce parecían tener la cabeza en otro lado.

Su cabeza estaba doliendo cada vez más, sentía su cuerpo acalorado y sin pensarlo se tomó dos supresores más, al menos debía resistir hasta el fin de la jornada, no quería defraudar a sus jefes, mucho menos luego del éxito rotundo que había tenido aquella mañana.

Se levantó para poder ir por algo de agua fría, de seguro mojarse la cara la ayudaría, pero el mundo comenzó a dar vueltas, escuchó un fuerte pitido en los oídos y no supo que más pasó.

Su cuerpo dolía y poco a poco Kurt comenzó a abrir los ojos, lo rodeó un aroma que conocía muy bien pero no entendía porque estaba siendo tan potente, recordando de golpe lo que había pasado se levantó de golpe, para luego caer producto de un mareo.

— Tonto omega, quédate tranquilo — escuchó la voz de Warren, para luego sentir como ponían una compresa fría sobre su cabeza — eres un idiota irresponsable, no puedes arriesgar tu vida de esa forma, no puedes hacerte daño así — Warren exaltó enojado — nunca en tu puta vida vuelvas a tomar supresores hasta intoxicarte, te podrías haber muerto — expresó el alfa con la voz temblando, mientras se dejaba caer en una silla.

Kurt no sabía que responder, nunca pensó en las consecuencias de su irresponsabilidad, se sentía mal y no sólo físicamente, quería llorar.

— ¿Qué...qué pasó? — preguntó con lágrimas acumuladas.

— Te desmayaste en la oficina, mi padre y mi abuelo casi sufrieron un infarto, y yo casi me muero — explicó Warren — ya te revisó el médico y te inyectó algunas cosas, por ahora necesitas descansar y beber mucha agua, necesitamos bajar tu fiebre hasta que tu celo termine.

Kurt abrió los ojos de golpe, mientras comenzó a olisquearse, apestaba y su cuerpo ardía, ahora entendía todo, estaba en pleno celo y con un jodido alfa en la misma habitación, el aroma de Warren lo estaba excitado.

— Llévame a casa, de seguro tienes planes hoy — pidió Kurt, tenía miedo de Warren y tampoco quería arruinarle su noche, de seguro el alfa tenía alguna cita por el día de San Valentín.

— De mi casa no te mueves, y no tengo nada que hacer hoy, sólo me interesa estar con cierto omega — respondió Warren categórico mientras se levantaba y le llevaba algo de agua — ahora a descansar tonto omega, no seas testarudo.

— Pero mi celo, tú... tú — no sabía qué hacer.

— Yo nada Kurt, casi me muero al pensar que te había ocurrido algo — Warren se escuchó derrotado mientras se sentaba en la cama y se tapaba la cara, Kurt dio un respingo cuando escuchó un sollozo — omega no juegues así con tu salud — pidió el alfa con un tono de voz triste que hizo a Kurt doler, el omega se levantó y lo abrazó por la espalda, recargando su barbilla en su hombro, arrullando al dolido alfa — Kurt ya no lo aguanto más, me gustas — terminó de decir el alfa — no te sientas comprometido a responder, descansa cuanto quieras, estaré en el salón por si llegases a necesitar algo — y de esa forma el alfa salió derrotado del lugar, aun tenía miedo de que a Kurt le ocurriera algo, realmente había sufrido cuando lo vio tirado en el suelo.

Kurt se quedó estático, no entendía que había pasado, pero a la vez su corazón no dejaba de latir con fuerza, su omega interno estaba desesperado, al fin lo había entendido todo, ansiaba a ese estúpido alfa.

Se levantó y buscó a Warren, encontrándolo sentado en un sillón, con los ojos cerrados mientras de fondo se escuchaba algo de rock, Kurt fue bajito y sin aviso se sentó sobre el regazo del alfa quien abrió los ojos sin entender.

— Kurt por favor no lo hagas, no se cuanto más pueda soportar tu olor — pidió Warren apretando los dientes — no seas cruel, ve a descansar — rogó.

— Alfa te necesito — dijo el omega con las mejillas sonrojadas y los labios hinchados mientras se restregaba conta su cuerpo— ayúdame, Warren — rogó ronroneando.

— No quiero que mañana me grites que fue un error, no te tomaré nublado con tu celo, no me aprovecharé de tu vulnerabilidad, además estás muy débil, necesitas descansar — Warren se levantó de golpe mientras se lo echaba al hombro — ahora tontito te vas a reposar y su cuando tu celo pase sigues con la misma idea, sólo ahí te escucharé.

Warren lo depositó con cariño, luego le besó la frente y puso más compresas, la fiebre había aumentado y el omega poco a poco se dejó llevar por el sueño. El alfa a su lado no dejó de acariciar sus cabellos con ternura, cuanto esperaba que aquellas palabras no fueran sólo por las hormonas.

— Te amo omega, te amo desde hace tanto — y con esas últimas palabras se fue a su habitación.

— También te amo idiota — respondió Kurt somnoliento, seguro de que cuando su celo pasara le haría entender a ese estúpido rubio que todo lo que había dicho era verdad.

_ _ _ _ _ 

Me emocioné con esta pareja <3 

Saga Omegaverse Marvel: Súper San ValentínWhere stories live. Discover now