Saga Omegaverse Marvel: Súper San Valentín

Cassie X Frank

Frank tomó con orgullo la mano de su novio, la mujer estaba avergonzada, no se sentía digna de aceptarla, odiaba sentir las miradas de todo el mundo sobre ellos, sabían muy bien que no era normal que dos alfas fueran pareja, pero no entendía el porqué de los insultos, de las críticas.

Ella quería huir, volver a su casa, refugiarse entre sus animales y llorar, tenía miedo de lo que sentía y del futuro, sus padres siempre la habían apoyado y cuando se enteraron de su relación no hicieron más que abrazarla y apoyarla aún más, prometiendo que siempre estarían con ella, que sin importar nada ella debía atreverse a todo, que no tenía que importante la opinión del resto, pero era difícil, muy difícil.

— Anímate Cassie, es san Valentín — dijo el alfa riendo mientras la abrazaba a su cuerpo y besaba su mejilla haciendo que la chiquilla se sonrojara súbitamente. Ella nunca había sentido atracción por un omega, en realidad por nadie, hasta que Frank había aparecido en su vida, ahí todo fue distinto.

— Si Frankie, todo esta bien — dijo ella intentando sonreír, aunque con la voz apagada.

Frankie le dio otro beso y apretó aun más su mano mientras le regalaba una hermosa sonrisa, tenía preparada una sorpresa para su alfa, estaba segura de que ella estaría más que sorprendida.

— Frankie ¿seguro que tus papas no estarán en casa? no me gustaría arruinarles su tarde — expresó ella preocupada.

— Tranquila amor, no estarán, y, además, sabes que ellos te adoran, sobre todo papi, sabes que no deja de hablar de ti.

El lugar estaba en oscuridad, Frankie fue a prender la luz cuando escucharon un ¡sorpresa! Cassie no lo podía creer, estaban sus padres y los de Frankie.

— Mi vida, hoy es el día del amor — Frankie dijo aproximándose — y quiero que celebremos con nuestros seres más queridos, nuestros padres — les sonrió como agradecimiento — ellos siempre han estado con nosotros y nos han apoyado en esta decisión, en estar juntos pese a ser dos alfas — terminó de explicar mientras Cassie ya no pudo más y lágrimas caían por sus mejillas, fue Scott a calmar a su cachorra mientras Quill no pudo evitar que sus ojos se aguaran. Tampoco Matt pudo evitar sentirse emocionado, incluso Frank que tendía a no demostrar mucho se sintió feliz, realmente orgulloso de su hijo, realmente adoraba que su hijo no hubiera heredado su estupidez, le debía eso a Matt, su amado omega.

— Gracias Frankie, gracias a ustedes por aceptarnos y apoyarnos — dijo la alfa entre sollozos, para que luego el alfa tomara su cara entre sus manos y le diera un cálido beso, haciendo que los más viejos se enternecieran con la imagen.

— Mi amor te tengo un regalo, uno de esos que tanto amas — fue por una caja, Cassie rápidamente la abrió al sentir ruiditos que conocía más que bien — un pequeño cachorrito absolutamente negro y hermoso la miraba, la mujer ahogó un chillido levantándolo entre sus brazos y llenándolo de cariños — se llama Sirius — le explicó él sonriendo, sabía lo mucho que le gustaban a su novia ese tipo de referencias.

Ella se quedó mirando el collar de su cachorro, no podía creer lo que ahí colgaba, miró a Frank aún desconcertada.

— Señorita Quill-Lang ¿quiere ser mi esposa? ¿quieres llenar una casa de animales junto a mí? — pidió Frank sonriendo, mientras Cassie asistiendo iba por sus brazos llorando nuevamente.

Sus padres aplaudían emocionados, no dejaban de felicitar a la joven pareja, admiraban su valentía ante una sociedad tantas veces muy estrecha de mente.

— Yo le di consejos — Peter le explicó orgulloso a su esposo, Scott no hizo más que reír mientras lo abrazaba.

— Él si supo hacer bien las cosas, gracias por ayudarme a criarlo Matt, gracias por ser el pilar fundamental de su crianza — Frank besó a su esposo, quien sonriendo asistió.

Cassie y Frankie no dejaban de abrazarle riendo, ya imaginando una vida juntos, una dónde siempre estarían sus padres, sus personas más importantes. Se besaron una vez más, sabían que sería el inicio de grandes desafíos, pero estaban dispuestos a alcanzar cada uno de sus sueños y metas, a demostrarles a todos que lo único necesario para ser feliz y tener una familia era el amor.

* * * * * 

Último de la segunda generación.

Tengo pensado escribir algunos de tercera generación ¿les interesa?

¡Un abrazo!