—¡Oye, Sammy! ¿No sabes qué hará mañana, Matt, para su cumple?— preguntó una joven de unos veinti-tantos.
—Ni puta idea, Lara. Pero seguramente, aquellos, le hagan una fiesta sorpresa, como siempre— contestó otro joven del grupo.
Los resoplidos del licántropo eran sonoros. El hambre le estaba consumiendo el poco razocinio que le quedaba, impulsándose por sus más bajos instintos.
Fijó sus objetivos hacía más de dos horas, siendo cauteloso a la hora de atacarlos. No podía permitirse que lo descubrieran, necesitaba seguir en el anonimato. Aunque...
¡Una idea llegó a su mente!
Comenzó a observar sus alrededores hasta dar con una cámara de seguridad. Esperó el momento indicado, en el que el grupo de cinco chicos se parara en la periferia visual del artefacto.
—Hey, chicos, miren este vídeo.— El morocho se paró justo donde el ser esperaba, ansioso, atacarlos.
—¡Ese ya lo ví! La anciana se cae al final.
Sus amigos comenzaron a abuchear al joven en respuesta negativa al adelanto, cuando, escucharon el chillido de los metales de un galpón siendo friccionado por algo filoso.
Cuando dieron cuenta de dónde provenía el sonido, pudieron apreciar al que los condenaría a una muerte fugaz y dolorosa; muy dolorosa.
★★★
El noticiero mostraba los cuerpos desmembrados de los jóvenes. Evelyn marcaba un sendero de círculos nerviosos sobre la lujosa alfombra de la suit.
—¡Bryan!— llamó con voz notoriamente inquieta, nerviosa.
El joven salió de la ducha hacia la sala donde ella se encontraba, sin nada que cubriese su cuerpo marcado por cicatrices, que Evelyn nunca antes había percibido, a pesar de lo notorio de estas.
—¿Sucedió algo?— Examinó el lugar, formulando un hechizo que escaneaba la zona en busca de peligros inminentes.
—En la tele.
Evs tomó el control remoto para subir el volumen, lo suficiente, como para que ambos escucharan.
—...que desde la noche anterior, varios familiares habían denunciado como desaparecidos. A continuación, mostraremos imágenes que pueden herir la susceptibilidad del televidente. Se recomienda discreción.
Con una visualización más pixeleada que nítida, mostraron, lo que a ojo inexperto parecía ser, una especie de oso humanoide, lanzándose de forma tan voraz sobre sus víctimas, que estas poca oportunidad tuvieron de siquiera pegar algún sórdido grito.
—Noticieros amarillistas— repuso Bryan, con despreocupación absurda.
—¿Amari...? ¡¿Me estas jodiendo, Bryan!
El joven tomó un celular de uno de los bolsos deportivos, que se hallaba a un lado del sofá, para teclear un número y realizar una llamada. Se apoyó sobre el respaldo del mismo a modo de acomodarse del lado, aún herido, del pecho.
—¿Bry...? ¡¿Qué verga, idiota?!
El joven le hizo un gesto con la mano para que bajara la voz cuando, alguien, al otro lado de la línea le atendió.
—Eh... Que ya están matando gente. ¿Cómo que no fueron ustedes?— Se incorporó haciendo un gesto de dolor, pero sin detenerse a pensar en ello.— De acuerdo. Sí, ella está bien. Pero se te viene el sermón, amigo.— Echó una sonrisa socarrona en dirección a Evs y luego se volvió.— Okay, manden al moribundo al frente. Adiós.
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La Novia del Escort. © //EnEdición//
Manusia SerigalaDesde tiempos inmemorables, los hombres lobos constituyen una importante labor en la cadena alimenticia. Pero, con el pasar de los siglos, fueron desplazados por las civilizaciones humanas, teniendo que ocultarse en conjunto con otros seres mágicos...