—¡No!— gritó Wagner, exaltado.
Corrió en dirección a Amanda y Cat, dándose de lleno contra el cuerpo de éste último.
—¡Wag!, ¡Déjalo!-—Amanda proliferó un par de hechizos pero la ira del joven era tal, que no pudo evitar el arrebato bélico.
Golpes iban y venían mientras se iba transformando en su escencia natural. Su cuerpo comenzó a tomar la forma de lo que escondía en su interior; las garras sobresalían; sus ojos se tornaban amarillos, inyectados en sangre; sus músculos se tornaban fibrosos y más voluminosos. Nada parecía contener al joven.
Nada, excepto Cat, que sin dificultad alguna se transformó.
Wagner entendió al fin, que ese era el primero. Inmenso, negro, poderoso y grotesco en proporción a otros licántropos; inclusive al propio Dante.
Dió un par de zarpazos e hirió de gravedad a su hijo, que cayó al suelo terroso, retrocediendo a rastras sin darle la espalda.
—¡Están matando a su propia nieta!
—Y mataremos a dos si sigues en esta tesitura— advirtió Catalaggio, con voz sobrenatural.
—¡No pueden ser tan mal nacidos!
—¡Está bebé será nuestra perdición! ¡No lo comprendes!
—Lo que comprendo es que son seres muy despreciables. Toda la vida me hicieron creer una cosa y al final resultó otra muy distinta. Y la cuestión es por qué. ¿Por qué no nos entrenaron para aceptar que nuestro destino estaba a su merced?¿Por qué no nos dijiste que eras nuestro padre y no nuestro hermano? Igual daba, los íbamos a obedecer sin miramientos y lo sabes.
—Querido hijo, la razón la demostró Dante. El maldito se transformó en un Alfa, sabiendo que su madre es matriarca. Nada para a un Alfa; ni una matriarca ni un patriarca ni yo, que soy el primero. ¡Imagina si su hija viviera! Hoy tu hermano morirá, ya nos ha ocasionado demasiados problemas, y es muy poderoso para que podamos contenerlo. Era evidente que si esa niña nacía, nos iba a quitar todo por lo que hemos luchado todas estas décadas. Nadie nunca podrá vencer a Amanda como la lìder nata que es. Y si tú no estás con nosotros, estás en contra.
Amanda sacó de un bolso, a un costado de un árbol, unas cadenas con grilletes. Los mismos que contuvieron a Dante. Se los lanzó a Cat mediante un conjuro, y éste los tomó en el aire. Contuvo a Wagner entre forcejeos, intentando colocárselos.
—¡Suéltenme!
Wagner tomó todo el aire que pudo y comenzó a aullar.
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La Novia del Escort. © //EnEdición//
LobisomemDesde tiempos inmemorables, los hombres lobos constituyen una importante labor en la cadena alimenticia. Pero, con el pasar de los siglos, fueron desplazados por las civilizaciones humanas, teniendo que ocultarse en conjunto con otros seres mágicos...