De acuerdo, esto es incómodo. Me gustaría omitirlo, me gustaría no tener que describir estas cosas, pero creo que lo que escribo lo requiere. Hasta el momento todo lo que he escrito ha sido crudo, sincero y sobretodo lo más apegado a la realidad posible. Pauso el vídeo. Suspiro. ¿En verdad las personas hacen eso y lo disfrutan? La chica rubia está retorcida mientras aquel mastodonte la penetra con violencia. Tal vez estoy en la categoría de porno equivocada. Tal vez por eso nunca había escrito sobre sexo. No escribas sobre lo que no conozcas. Tal vez por eso nunca había tenido sexo. Se ve incómodo, ¿ella en verdad lo disfruta? Cierro el ordenador. No creo que el sexo real sea así. Necesito investigar, pero no tengo punto de referencia.
Me levanto del sofá, apago la colilla en el cenicero de la mesa y me dispongo a darme un baño. Terminaré de escribir después. Tal vez la fiesta desate un nuevo frenesí de ideas. Telefoneo a Matt, le informo que estaré por ahí mientras miro mi closet. No hay mucho que usar, así que me pongo el mismo vestido y sandalias, pero esta vez me tapo con una cazadora de piel negra, recojo mi pelo y me maquillo como siempre solo agrego el labial rojo. Bueno, es lo mejor que puedo hacer.
Llego a la casa, entro y busco a Matt entre la gente.
-Charlie Howard, es un placer volver a verte. – Lewis me sonríe de manera lasciva y yo me incomodo un poco.
-Hola, gracias por invitarme. - asiento.
-De nada- se posa a mi lado y pone su mano en mi cintura, debajo de la chaqueta, yo me quedo rígida ante el toque - ¿ya tomas algo? - me conduce hasta la barra.
Se tiene que inclinar un poco para que lo pueda escuchar a causa de la música, yo trago saliva y niego con la cabeza mientras camino. Me logro zafar en medio de una sonrisa nerviosa.
-Coñac para mí, y un especial para la señorita. - le pide al barman con desdén que suspende automáticamente todas sus actividades para atender a Lewis.
- ¿Has visto a Matt? - pregunto mientras me siento en el banco.
-No, no lo he visto, seguro debe estar en alguna de las habitaciones- toma su vaso con un hielo y bebe, yo dejo la copa ahí, sin tocarla - podemos ir a buscarlo si quieres...- su mano viaja hasta mi pierna y la posa ahí. Yo brinco de mi lugar sintiendo que la sangre me hierve. Tomo su mano y la aviento.
-No hay necesidad de que me toques- me mira sorprendido- Yo puedo encontrarlo. Gracias por todo Lewis. - mi tono es mordaz, amenazante, no soy ninguna debilucha, sé cómo defenderme y tal como lo veo, no creo que en este momento valga la pena empezar un escándalo.
Me giro y comienzo a caminar hacia la salida. Tratando de telefonear a Matt. Pero no atiende.
Prendo un cigarrillo mientras pienso qué hacer.
- ¿Necesita su auto? - me pregunta el valet y yo niego mientras aviento el aire al cielo nocturno.
- ¿Charlie? - me giro.
-Ahí estás. - suspiro aliviada- te he estado llamando. –
Matt sonríe divertido.
-Olvidé mi teléfono en casa, pero ¿qué sucede? ¿por qué no has entrado? -
-Estaba adentro, buscándote, pero Lewis me interceptó y bueno... fue incómodo, me sentí acosada...- niego con la cabeza mientras trato de acomodar mis emociones, sigo temblando por el coraje.
-Es un imbécil. - se ríe- Solo no aceptes nada de lo que te dé de beber, menos el especial. - me toma del brazo y me lleva de nuevo adentro y yo respingo.
- ¿Qué es el especial? - pregunto.
-Tiene una especie de droga que te hace relajar, si la sabes controlar, la pasarás de maravilla. Pero si no, perderás el conocimiento. - se encoge como si eso fuera normal.