"Hey, deja un mensaje después del tono".
Para la quinta llamada, simplemente dejo el mensaje.
-Hola, soy Charlie, estoy algo preocupada por ti, y es que no fui del todo honesta contigo esta noche, pasó algo que creo que debes saber... es importante, así que llámame en cuanto puedas. Cuídate. -
Me despierta el sol, me siento en la cama mientras tomo mi teléfono, ni rastro de Harry, le vuelvo a llamar, pero nuevamente me manda a buzón. Sin nada más que hacer, busco en el ordenador "Harry Styles y Michelle", un montón de fotografías de ellos probablemente del año pasado me aparecen, leo muchas noticias y casi todas dicen lo mismo, ella lo dejó por alguien más, un pintor francés. Cierro el buscador y me dispongo a escribir, se supone que la noche anterior había sido en busca de mi inspiración, pero no recuerdo nada, solo recuerdo a Harry y todo el drama con su ex novia. Es que no entiendo porque no dejo de pensar en él.
Han pasado dos días desde la fiesta, no he hablado ni visto a Harry, simplemente no contesta mis llamadas. Dejé de intentarlo, hay algo en mi muy en el fondo que está dolido, pero no lo voy a decir en voz alta. Entro en Beachwood café y ni siquiera me molesto en buscarlo, lo hice hace un par de días, pero parece que tampoco aparece por aquí. El lugar está prácticamente vacío, en realidad. ¿Y si le pasó algo que yo no sé? Trato de tranquilizarme mientras Claudia toma mi orden.
-Vino esta mañana...- comenta Claudia.
La miro como su me hubiese leído el pensamiento.
- ¿Ah sí? - pregunto intentando restarle importancia.
-Si. - ella asiente mientras se sienta frente a mí, solo hace eso cuando está el lugar desierto, como hoy.
-Vino con una rubia, creo que es su novia, antes venían mucho, por eso Harry venía constantemente, tal vez con la ilusión de encontrarla. Ella vive muy cerca de aquí. -
Algo se revuelve en mi interior.
-Ya veo. - logro susurrar.
-Charlie, él te gusta, ¿cierto? - me pregunta amable, sin prejuicios, la miro a los ojos almendrados y niego, pero ni yo misma sé lo que se siente que te guste alguien.
-No.-
-Bueno, debo admitir que yo pensé que a él le gustabas, pero no sé qué pasó, tal vez a ella la ama mucho. Debiste verlo esta mañana. - se encoge de hombros como si me pidiera disculpas.
Asiento sin decir nada más, hay mucho para trabajar aquí adentro, en mis sentimientos, que justo ahora corren de un lado a otro buscando respuestas. Ella se pone de pie y regresa a la caja para pedir mi orden.
Bueno, Harry ya es un adulto y sabe lo que hace. Tal vez es mejor así. Tal vez nunca debí dejar que entrara a mi casa, a mis sentimientos. Fuiste muy lejos Charlie, por esto es que nunca debes abrirte demasiado o confiar demasiado, nunca sabes quién te puede lastimar... espera, ¿Harry me ha lastimado? Esto es todo muy confuso. Pero así lo siento.
Decido que no me importa, decido que ya está. Me concentro en una cosa, el maldito adelanto que debo mandar a los editores, así que me dejo de niñerías y me planto día y noche en escribir, con nueva inspiración, tomando estos sentimientos extraños y dándoles nombre.
-Les ha encantado- comenta Brady al otro lado del teléfono.
-Gracias. - susurro.
