-Niñas aquí les presento una nueva estudiante, su nombre es Amelí espero que la reciban con agrado.
-¿Dónde me siento?
-Donde veas un puesto vacío
-Bien.
Al terminar la clase que estábamos viendo:
-¿de dónde vienes?
-Vengo de la jornada de la jornada de la tarde.
-¿Y porque te cambiaron?
-Tuve un problema y esa fue una solución
-Ahh, eres muy callada
-Sí, lo sé.
-Eres algo rara, pero creo que me caerás bien.
-Mmm, ¿gracias?
-No te hagas con esas niñas, son muy extrañas *señalan un grupo de chicas*
-Está bien, me hare sola, no te preocupes.
-No, ven con nosotras.
-De acuerdo
De cierto modo ellas eran las chicas que controlaban el salón de clases, eran las más grandes, así que todas las escuchaban y también eran imponentes, así que se hacían respetar y eso llamaba mi atención.
Amelí se puede decir que se adaptó "fácil" a ese nuevo ambiente, se hacía daño muy de vez en cuando pero problemas con la comida empezaron a surgir más evidentes, subía y bajaba de peso a cada rato, de igual forma nadie en el mundo sabía su secreto. Seguía sin amigos y sin muchas amigas, así que empezó a montar tabla (skate) porque no encontraba algo más para distraerse, pero utilizaba esto también para lastimarse, se caía a propósito para sentir el dolor, quedaba con morados en todo el cuerpo y algunas partes lastimadas, duraba algunas semanas sin caminar bien pero sus padres como siempre no le dijeron nada, algunas drogas empezaron a llegar a su vida, ya nada le importaba y consumía de ellas una que otra vez, al menos olvidaba todo por un rato y se podía reír sin razón.
El tiempo pasaba, ella siempre había sido una nerd en el colegio por lo mismo que quería que sus padres la felicitaran, pero como ya saben esto no ocurrió, en fin, todas sus compañeras la buscaban a ella solo por eso, cuando necesitaban un favor, el grupo de chicas con las que ella salía no eran sus amigas, vio diferente cosas que solo demostraban que no la querían, como conversaciones en cuadernos o hojas que ella después descubría y decían unas a otras que porque salían con Amelí si ella no era nadie para estar con ellas, todo esto hizo que pensara que estaban con ella por lastima tal vez, aun así ella hacia lo posible por seguir concentrada en su estudio.
Como típica adolescente, su historia de amor no tardo en comenzar, a los 14 años todas esas mariposas invadían su estómago, un amor o un capricho, no lo sabía, pero algo sentía por aquel chico de nombre Federik (no soy muy creativa con los nombres)
-Mira a ese chico nuevo amiga, está bien bueno.
-Ya lo note
-Te está mirando.
-No creo tener oportunidad
-¿Por qué? Solo conócelo después veras.
-Y ¿Cómo le hablo?
-Viene hacia acá.
-¡No! Tú sabes que mi mamá no me deja estar con chicos
-Pero solo lo estarás saludando
-Mierda...
-Hola
-Hola *las dos a la vez*
-Me llamo Federik *sin apartar sus ojos de los míos*
-Ella es Amelí y yo soy Gabriela.
-Mucho gusto.
-Igualmente
-Me voy mi mamá me ha llamado.
-No, Amelí espera...
-Sabes que no puedo, te veré al rato Gabi, adiós Federik.
-Adiós.
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-¿Qué hacías con ese chico?
-Solo me lo estaban presentando, es nuevo, además es amigo de Gabriela *mentí* ella es mi amiga desde los 3 años no hará nada que me afecte mamá tú lo sabes.
-Sí, pero acuérdate que nada de novios.
-Si mamá, ya se.
-Bien.
*Subo a mi cuarto*
-vaya que chico *recuerdo el momento en que nuestras miradas se cruzaron por primera vez* sus ojos son fantásticos y esa voz... parece perfecto... pero no puedo estar con él.
Los días pasaron y cada uno de esos días ella lo veía a él, a veces solo a lo lejos pero era inevitable, en cada oportunidad él le decía palabras hermosas y Amelí creía cada una de ellas; una noche en una de esas tantas peleas con su padre ella está furiosa y quería contarle a alguien lo que había pasado.
La puerta de mi casa estaba abierta y lo observa allí a él en la ventana de su asa mirando hacia la mía (nuestras casas quedaban una al frente de la otra)
-Ven *me dice por señas*
Yo aprovecho que nadie está ahí cerca y salgo corriendo de la casa hacia él.
-¿Qué te paso?
-Es que siempre he tenido problemas con mi papá y acabo de tener uno, me ha tratado fatal *comienzo a sollozar*
-Mírame, no llores, estoy aquí, todo estará bien.
-Lo sé, y eso me calma.
Nuestras miradas vuelven a cruzarse, sus ojos son iluminados por la luz de la luna llena en aquella noche, veo su ternura a través de ellos, nos hemos quedado sin palabras, nuestra respiración es lo único que se escucha, un frio pasa por mi cuerpo, sus labios se acercan a los míos, tengo miedo y empiezo a sudar frio de los nervios, hace mucho quería hacer eso, finalmente nuestros labios se juntaron, cerré los ojos, al igual que él supongo, nuestro primer beso, el momento en el que me perdí en él y desde allí empezó la historia que cambiaría mi vida... para bien? O para mal?...
PD: ya se que soy muy cursi pero amo escribir con ese sentimiento xD le da mas insteres para mi :)
no olviden dar estrellita!
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Amelí
Teen FictionLa historia de una chica "suicida" que ha sido tantas veces destrozada, que no sabe cuanto mas pueda aguantar, siente como todo lo pierde, y esta sociedad la hunde cada día. Amelí con tan solo 16 años a buscado la forma de morir, de parar el dolor...