41. ¿ayuda?

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*en el consultorio*

-hola

-*solo observo sin decir nada, ignorando que me saludan*

-hola *responde mi madre*

-tomen asiento y vamos directo al grano *mamá y yo nos sentamos* bien, le tomare los datos a su hija

-bueno

-*me pide todos los datos que sin duda se los pudo haber dado mi mamá, de igual manera le respondí con indiferencia*

-por lo visto no quieres estar aquí cierto... Amelí?

-¿es tan obvio? *respondo con cierta ironía*

-pero te toca, es por tu bien,  cuéntame ¿Qué te pasa?

-nada

-ella no se quiere dejar ayudar doctora *interviene mi mamá*

-¿Por qué? Yo solo te quiero ayudar, escucharte *dice mirándome a mi*

-Eso no es cierto

-bueno, como es nuestra primera sesión te dejare ir, te espero en una semana y vas a traerme un tarea.......*lo que continua diciendo no me importa*

-Adiós doctora, gracias *dice mi mamá*

-hasta pronto!

-*¿enserio esto está pasando? Odio esto —pienso* ya vámonos

.

.

.

*1 semana después*

-Amelí mañana temprano tienes cita

-¿otra vez?

-sí y no te quejes

-ya que

.....................

-Hola de nuevo Amelí *dice la psicóloga*

-aja

-bueno, esta sesión necesito que ella este sola *le dice a mi madre*

-*mamá sale* te espero afuera

-aja

-aun no quieres estar aquí ¿verdad?

-no, odio este lugar

-*toma nota no se de que* Amelí ¿Por qué te deprimes? ¿Algo pasa en tu colegio, en la casa, con tus amigos? *lo dice con un tono de lástima que molesta*

-no

-¿Por qué no me quieres hablar?

-no quiero *respondo con indiferencia, aunque pensando en hacerlo*

-¿Por qué no comes?

-no me gusta

-¿te ves gorda?

-*levanto los hombros y ella sigue tomando nota no se de que*

-¿te han dicho alguna vez que si lo eres?

-*solo la miro con cara molesta*

-¿Qué pasa en tu casa? *dice ya algo molesta*

-nada que ya sepa

-por lo visto no hablaras conmigo ¿no es así? Mira... entre más te demores en responder, mas sesiones nos demoraremos y tengo una lista bastante larga de pacientes que si quieren hablar

-*me acomode en la silla apoyándome con los brazos en su escritorio y la mire fijo* le diré algo, en primera yo no quise venir aquí y en segunda no importa cuántas veces venga a este lugar, no le diré nada.

-lo tendrás que hacer

-¿ya me puedo ir?

-Sí, llama a tu mamá

-*salgo* mamá ven

-*entra al consultorio* ¿sí? *toma asiento*

-su hija no ha querido hablar, según lo que observo en ella y lo que usted me ha comentado, la remitiré al psiquiatra

-*hija de puta —pienso*

-sí, está bien *responde mi mamá algo triste*

-*salgo enojada del consultorio y espero a mi mamá afuera*

Con todo esto, la familia no demoro en entrarse de todo, y cada vez que los veía recibía comentario como "tú eres la culpable de que la familia este así" "tu mamá sufre por tu culpa" "porque andas con esas estupideces" "deja la bobada y compórtate de tu edad" tantas palabras que le decían que al final se acostumbró a ellas, aunque le dolieran, no hablaba con nadie, se había quedado sola por completo, solo tenía a sus amigas de Internet.

AmelíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora