MI AMADA REBELDE

CAPÍTULO 3

-cariño, los años se van pasando. Y es mejor que te comprometas con alguien ahora, que eres joven y bella- dijo mi mamá, guardando unas cosas en mi armario.

Yo, estaba sentada sobre mi cama, esperando el momento en que se vaya.

-ya estás en edad suficiente para casarte y tener hijos- siguió hablando -porque, después,vas a ser muy madura para que alguien pida tu mano- agregó.

-madre, ya les habéis dicho que deseaba casarme con alguien a quien ame- me defendí.

-tonterias- se sentó a mi lado -son muy pocas las personas que se casan por amor. Es sólo un sueño- acarició mi cabello.

-porque esas personas no buscan el amor- murmure.

- no lo buscan, porque no existe- me contradijo - no se de donde sacas esas ideas absurdas, yo jamás te dije nada de eso- pensó en voz alta.

-los libros....- confesé.

-ohhh cariño, los libros son sólo una fantasía que jamás se hará realidad, es para hacerte soñar. Pero debes tener los pies sobre la tierra, tienes que casarte- aseguró -ayer echaste a patadas a ese señor, que estaba muy interesado en ti- aportó.

-madre, ese hombre podía ser mi padre- afirme.

- la mayoría de las muchachas como tú, no les queda otra opción que casarse con hombres como él. Los hombres de tu edad, buscan muchachas más jóvenes- aseguró - si te hubieras casado con el pretendiente de hace 3 años atrás, que era joven, adinerado y muy apuesto, nada de esto estaría pasando- aseguró -pero no, eres tan rebelde que sacas corriendo a todos tus pretendientes- se puso de pié -al principio pensé que era sólo una estrategia para llamar la atención de los hombres con tu frialdad, pero ahora se que sólo quieres espantarlos para así no casarte- suspiro, cansada -pero te casaras. Lo quieras o no, lo harás. Porque seguiré trayendo a más pretendientes hasta que desistas de esa idea absurda del amor- agregó en tono más duro.

-¿y si no desisto?- la miré.

-te obligare a que te cases. Porque ya te hemos tolerado lo suficiente- aseguró.

Abrió la puerta y se fue, dejándome sola en está habitación.

Sonreí.

Me acerqué a la ventana y lo busqué con la mirada.

Nada.

-dios....¿dónde estás? ¿acaso ya te fuiste?- susurre, pegando mi frente contra el cristal.

Sabía que mi madre me obligaría a casarme con el primer hombre que acepte ser mi pretendiente.

Sabía que llegaría el día en que mi madre no soportaría más mis rebeldías y me casaría.

Pero tenía tiempo.

Aún tenía tiempo.

♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

- me casare- soltó mi mejor amiga.

Me detuve en seco.

¿que?.

Nos encontrábamos caminando por su hermoso jardín que estaba en su casa.

-¿quién es? ¿lo conozco?- la mire, entusiasmada.

- no lo amo, bonnie- siguió caminando.

¿que?.

¿se iba a casar con una persona a la cual no ama?.

Pero.... desde chicas ella y yo, somos las que soñabamos en casarnos algún día.

Corrí,hasta posicionarme a su lado.

-¿que? ¿por que?- le pregunté.

-ya casi no tengo más pretendientes, y mi padre cada día tiene menos dinero. Apenas tendrá dinero para darle al hombre con quién me case- tomó asiento, alisando su vestido con sus manos -es el doctor- confesó.

-¿el doctor? ¿ese viejo?-hice cara de asco.

-bonnie, no todos tenemos la posibilidad de esperar a ese amor. Pienso que no existe, pienso que la realidad es otra. Y debí aceptarlo para poder salvar a mis padres. Ya estoy demasiado grande, y va a ser mi único pretendiente- aseguró.

-pero no lo amas- la miré.

-tal vez.... con el tiempo llegue a amarlo- se propuso.

Suspire. Bajando la vista.

No la voy a juzgar.

No quiero hacerlo.

Pero sabía que esto era una mala idea.

-te acuerdas cuando nos visitó tu prima- le hice recordar.

- si, teníamos 12 años y nos escondimos detrás de la puerta para escuchar de que hablaban con mi madre- recordó.

-¿y también recuerdas cuando ella le dijo que su esposo la había violado?- la mire.

Sus ojos terminaron sobre su vestido.

-se a que te refieres- suspiro -pero hoy en día es normal que pase eso en muchas mujeres. Pienso que es una cosa más que hay que superar en la vida- cerró su ojos.

Una lágrima comenzó a rodar por su mejilla, así que la acune entre mis brazos, para poder consolarla.

-lo siento mucho- le susurre - si yo pudiera hacer algo- Suspire.

- No puedes hacer nada- susurró - mi destino es así- se alejó, secándose sus lágrimas -deseo que el tuyo no sea así- me miró - no se lo deseo a nadie- bajo su vista.

Me dolía.

Me dolía ver a mi mejor amiga así.

Y pensar que muchas mujeres tienen que pasar por esto.

Casarse con un hombre que no la ama, que sólo la trata como un objeto de valor, como una cosa. Y no como una persona.

Que cree tener el dominio sobre ella. Que puede hacer o dejar de hacer lo que sea con ella.

Porque es de él.

Porque él, pago por ella.

Porque quiere un heredero.

Un niño fruto de una violación.

Ahora se, que aquellas personas que encuentran el amor, son realmente bendecidas.

Tienes esa felicidad.

Ese privilegio.

Esa suerte.

-espero que me vayas a visitar- se puso de pié.

La seguí.

-claro que si- afirme -pero no podré contenerme si el te hizo daño- le confesé

Una débil sonrisa se instaló en sus labios.

- no digas tonterías....- sonrió -sólo quiero que me vayas a visitar. Él, estará mucho tiempo fuera de su casa debido a su ofició, así que no lo verás- aseguró.

Al regresar a casa, me quedé de pié en frente de mi puerta.

Alce la vista ante el majestuoso castillo de mi familia.

El dinero no era un problema.

¿pero qué será de mi si me llegase a pasar lo mismo que a mi amiga?.

No creo poder soportar el echo de tener que entregarme a un hombre.

Y menos, superar el echo de ser forzada.

Ahora entiendo porque muchas jóvenes se suicidaron.

Se quitaron la vida.

Y es triste.

Si nuestra sociedad fuera dominada por otros principios, todo sería más fácil.

Más pacifico.

Y menos doloroso.