CAPÍTULO 31

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-¿ken? ¿qué haces aquí?- preguntó sheena, confundida.

Bajé la vista. Desde que no encontré a bonnie en la casa de ese idiota, pensé que quizás.... sheena le abría echo algún daño por sentirse tan mal al cancelar nuestro compromiso.

Si. Cancele nuestro compromiso. Esa era otra de las sorpresa que le daría a bonnie.

Mi amada rebelde. ¿Dónde estarás?.

-¿quieres pasar?. Mis padres no se encuentran- informó, llamando mi atención a su rostro.

Estaba llena de esperanzas. Quizás, está pensando que quiero volver a casarme con ella.

Tendré que romperle el corazón. Una vez más.

-¿dónde está bonnie?- fui directo, y endureci mi tono de voz.

Sheena apretó su ceño, confundida.

-creí que venías por mi- bajó la vista.

-No. No, lo hice- negué -¿bonnie está aquí?- apreté mis manos.

- No.... y no entiendo porque crees que esté aquí- me miró - no somos amigas, y jamás lo seremos- negó.

-por esa misma razón- me acerqué a ella - se que no son amigas, y se cuanto la odias- apreté mi mandíbula.

- Si. Es verdad, la odio- afirmó - Pero no soy tan cobarde para hacerle algo- levantó su cabeza con orgullo - yo, voy de frente- sonrió.

-Escuchame bien- tomé su brazo, apretandolo - Si descubro que me estás mintiendo.... Si, llegas a dañarla de alguna forma, tu mundo se volvera oscuro, niña- la amenace.

Solté su brazo.

-estas advertida. Y sabes muy bien, que tan peligroso puedo llegar a ser- la miré una vez más, y al ver el pánico en sus ojos, me aleje de su casa.

Monté mi caballo una vez más, mirando desde arriba al joven que me acompañó.

-Las vas a vigilar. Si ves algo raro, me llamas- le ordene.

- Si. Señor- afirmó, el obediente joven.

Asusté a mi caballo, para que comience a andar.

Una vez que regresé a mi castillo, no alcance a bajar de mi caballo, que el escándalo se abalanzó sobre mi.

-¿dónde está mi hermana?- preguntó, muy desesperada.

¿cómo diablos se enteró?. Ha pasado sólo un día desde que llegué a mis tierras con el propósito de ver a sheena.

-¿no debería estar adentro?- pregunté, algo molestó.

Bajé del caballo y se lo entregué a uno de mis sirvientes, que rápidamente, lo alejó de mi.

-Lo siento, hermano. Pero está muy preocupada- se disculpó mi hermano, alejando a su novia de mi.

-¿la encontraste?- continuó, Elsie.

Comencé a caminar hacia el castillo, mientras tres personas me seguían. Hasta mi hija, estaba preocupada por mi querida bonnie.

Cada vez que pasaba el tiempo, cada vez que no sabía nada sobre ella, mi mundo se venía más abajo.

La rabia y el dolor, me harían perder la cordura en cualquier momento.

Y las imágenes espantosas, de lo que le podría llegar a suceder, me estaban volviendo loco.

Si tan sólo tuviera una pista.

-no- negué, entrando a mi castillo.

Me dirigí a la sala, sirviéndose algo de alcohol. Algo fuerte.

MI AMADA REBELDE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora