CAPÍTULO 8

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Observe a través de mi ventana, como los hermanos McCambridge se alejaban de nuestras tierras.

Era el día más feliz de mi vida, ya que mi secreto seguía a salvo de ser descubierto por mis padres.

Me tiré a mi cama y sonrei.

Me sentía aliviada de que los McCambridge se hayan ido. La reputación de nuestra familia no estaría en juego debido a su presencia en estás tierras.

-levantate de ahí- me ordenó mi madre.

¿mi madre?.

Me levanté de la cama, encontrandome con mi madre en la puerta de mi habitación.

-tú padre está muy enojado contigo, ¿cómo pudiste?. Y nosotros que confiabamos tanto en ti- se acercó a mi.

¿que?.

No entiendo.

¿de qué está hablando?.

-madre... no entiendo que- me puse de pié.

La mano de mi madre se cerró,con fuerza, sobre mi brazo. Comenzó a jalarme escaleras abajo.

-¡madre! ¡me estás haciendo daño!- le hice saber.

Pero al parecer no le importó, porque siguió jalando de mi hasta encerrarme en el escritorio de mi padre.

-madre, ¿qué sucede?- le pregunté.

Ella, me soltó del brazo, y empezó a caminar de un lado hacia el otro.

-sientate-me ordenó. A lo que obedeci.

No entendía si estaba así por el echo de que los McCambridge se hayan ido sin pedir mi mano.

- No entiendo que hice de malo- le dije.

Pero ella continuó caminando de un lado hacia el otro, pensando.

¿en qué estaba pensando?.

-¿desde hace cuanto?- me preguntó.

Apreté mi ceño, confundida.

-¿desde hace cuanto te ves con ese hombre?- me miró.

Estaba enojada.

Jamás vi a mi madre tan enojada como lo estaba ahora.

Abrí más mis ojos al darme cuenta de que estaba hablando de math. Pero no entendía como es que ella sabe sobre....

Ken.

Ken McCambridge, le contó todo.

¿por que?.

¿por qué no se fue en paz?.

-Tú padre y yo hemos confiado en ti. ¿y es asi como te comportas? ¿viendo a un hombre a escondidas? ¿por las noches? ¿¡en nuestra propia casa!?- gritó.

Baje la vista.

-lo siento...-susurre.

-dios.... ¡bonnie! ¿¡que dirán mis amigas si se enteran de esto!? ¿¡que dirán las demás personas!?- se enojó.

-madre, lo amo- la miré.

Mi madre se detuvo, y se acercó a mi sin poder creer las palabras que salieron de mis labios.

-¿lo amas?- levantó una ceja -deberías amar a los hombres que te presenté para que te casaras, ¡pero en lugar de eso te has comportado como una salvaje!- levantó la voz -¿¡acaso no lo entiendes!? ¡debes casarte!- me sacudió.

-madre.... lo amo- una lágrima rodo por mi mejilla.

Moriría si me separaba de math.

-lo amo- repetí.

MI AMADA REBELDE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora