CAPÍTULO 15

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La brisa nocturna, golpeó mi rostro.

La oscuridad escondió mi camino de regreso al castillo.

Jamás pensé que salir a cabalgar, sería tan entretenido como para dejarme vencer por la noche.

Achine mis ojos, tratando de visualizar el camino.

-tal vez esto no me estaría pasando si hubiese aceptado regresar con el señor keir y mi hermana- me dije a mi misma -pero no, tuviste que decidir quedarte un rato más en el lago- me regañe.

Los pasos de mi caballo eran lentos e inseguros.

-¡no! ¡por favor, no!- escuche una voz femenina, que llamó mi atención.

Me detuve.

¿Y eso?.

Intente visualizar algo por sobre la oscuridad. Pero nada.

-¡por favor! ¡que alguien me ayude!- pidió esa misma voz.

Sin pensarlo dos veces, me baje del caballo y tome lo primero que encontré, una roca.

Camine, intentando ver algo por sobre la oscuridad.

-¡por favor, no lo haga!- suplicó esa voz.

Seguí el sonido de la voz, hasta que los encontré. Me oculte detrás de un árbol, para poder ver mejor.

Se trataba de dos hombres,armados. Los mismo, había acorralado a una niña de alrededor 12 años de edad.

-veamos que escondes debajo de ese vestido- soltó un hombre al acercarse más a la niña.

-¡mi padre os matareis!- gritó la niña.

Sin embargo, el hombre la tomó de los hombros, sacudiendola.

-mira niña, a mi nadie me da miedo. No siquiera tu padre- sonrió el hombre.

Fue en ese momento, en que la furia y el coraje tomaron parte de mi ser. Apreté la roca entre mis manos, y me acerqué silenciosamente al segundo hombre que estaba un poco más alejado, observando como su amigo quería aprovecharse de una niña de 12 años.

Levanté la roca al aire, y de un golpe, lo desmaye.

El segundo hombre, fijó sus ojos en mi, al percibir mi presencia.

-¡maldita!- se enojó, empezando a caminar en mi dirección.

-¡corre!-le grité a la niña, apretando la roca entre mis manos -¡corre!- le volví a gritar al observar que no se movía.

El segundo hombre sacó su arma, apuntandome con el filo de su espada. Levanté mis manos, inconcientemente.

Esté no era mi plan.

-con que haciéndote la valiente, ¿eh?- sonrió el hombre con malicia -para tu desgracia, no me gustan las mujeres maduras como tu, así que..... te mataré- acercó su espada a mi cuello -y luego disfrutaré de la niña- señaló con su mano a la niña que estaba detrás de él.

Apreté mi ceño.

¿Por qué no corre?.

¿Acaso no me puede oír?.

-¡vete!- le grité a la niña.

Sin embargo, ella comenzó a llorar y negar con la cabeza.

No se quería ir.

Niña testaruda.

-¡qué te largues!- le ordene.

La niña, dio media vuelta y salió huyendo. El hombre la quiso alcanzar pero me tiré sobre él, derribandolo.

MI AMADA REBELDE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora