-cariño.....-Su voz interrumpió mi sueño.
Abrí de a poco mis ojos, encontrandome con su rostro.
Mi math.
-debo irme- susurró.
- No...- me queje, abrazandome a su cuerpo.
-cariño, si alguien nos ve aquí, estaremos en más problemas de los que ya tenemos. Será mejor que me vaya ahora- explicó.
Tenía razón.
Pero aún así, no quería que se vaya.
Quería estar así un poco más.
Quería disfrutar de su cercanía.
De la forma en que sus ojos me miraban.
- si te vas, no te volveré a ver- susurre, triste.
- te prometo que vendré a verte lo más rápido posible, amor- prometió.
Mi mirada, llena de amor, se encontró con la suya.
- te estaré esperando- asegure.
Sus labios se acercaron, rozando suavemente los mios.
Sentí ese cosquilleo tan agradable que sólo sus besos son capaces de provocar.
-adios, bonnie- se despidió.
Se puso de pié, y salió por mi ventana.
Suspire, tristemente.
Odiaba tener que separarme de él. No podía esperar más por ese día en que nos casemos y estemos todo el día juntos.
Cuando lo conocí, soñe con ese momento.
En el que estábamos casados. En una hermosa casa sólo para nosotros dos y con muchos hijos.
Nuestros hijos.
Nuestra casa.
Sonrei.
Todo, fruto de nuestro amor.
Un amor verdadero y puro.
Un amor, para toda la vida.
Desde que lo conocí, he evitado a millones de hombre.
He declinado millones de propuestas de matrimonio.
Porque mi corazón le pertenecía a él.
Sólo a él.
Dormí por un rato más hasta que sentí como la puerta de mi habitación se abrió, llamando mi atención.
-¿madre?- pregunté, asombrada.
-levantate- ordenó.
Me senté sobre la cama, observando como mi madre sacaba varias de mis cosas.
-¿qué sucede? ¿por qué estás aquí?- pregunté, confundida.
- pasarás una temporada en la casa de tu hermana- ordenó.
¿que?.
NO.
¿por que?.
-¿que?. Madre, yo....- me puse de pié.
-Nada, bonnie. Tú padre y yo ya lo hablamos, permanecerás una temporada en la casa de tu hermana- se acercó y me tomó de los hombros - es una orden, bonnie- agregó.
Mis ojos comenzaron a picar, a causa de la angustia que esa noticia me provocaba.
Las tierras de mi hermana están muy lejos de aquí, y eso implicaba no poder ver a math durante varios meses.
ESTÁS LEYENDO
MI AMADA REBELDE
Ficción históricaElla, una joven de veinte y uno años de edad enamorada de la vida. Su padre es el más poderoso y adinerado de varios kilómetros a sus alrededores. La extensión de sus tierras no tienen límites. Una rebelde. Su hermana mayor, está felizmente casada c...