Narra Austin
Llevo una semana sin respuesta de Lili, contando con que mandé una carta por día, debería de haber llegado algo desde que se fue. Todo me parece muy extraño, hasta que la esquizofrénica situación me hizo incluso presentarme en el muelle y sacar un billete a Barberhille. Me imagino la cara de regañina de Lili al ver que no puedo separarme ni una semana de ella, pero estamos hablando de su salud, de la salud de la mujer de mi vida, de mi amor, de mi futura esposa.
Para mantener mi mente ocupada me paso el día en el hospital, hasta que llaman al teléfono mientras relleno fichas de pacientes.- Doctor Bay, ¿Quién llama?-
- ¿Doctor Bay? Soy el señor Bathor, encantado.- empiezo a sudar de la emoción y la sorpresa.
- ¡Señor Bathor! Qué alegría poder hablar con usted.- quién inventaría el saludo de cortesía cuando lo que quiero ahora es preguntar por Lili...
- Le quería comentar la alegría de mi señora y mía ante la noticia de nupcias breves con nuestra hija, aunque haya sido una pedida de mano poco convencional...
- Estoy muy feliz de saber que gozan de alegrías ante el anuncio, y les pido perdón desde lo más profundo de mi ser si les haya decepcionado la pedida tan íntima con la señorita.-
- No se preocupe, si pudiera ver la sonrisa de mi señora cada vez que ve la sortija de Lili, bueno, y mía claro...- parece reírse.
Finjo una risa corta y me relamo los labios- Señor Bathor, siento cambiar de tema tan repentinamente, pero me reconcome no saber si mis cartas están llegando a la señorita Lili, y si pudiera ponerse en el teléfono se lo agradecería miles de veces, sin ofenderle al interrumpir nuestra conversación.-
- No pasa nada, entiendo que tenga ganas de hablar con su futura mujer- me sale una sonrisa previa a hablar con mi Lili- pero me temo que no está en casa, ha salido a visitar a la señorita Caulfield, creo que usted la conoce.- se me cambia la expresión y me doy una vuelta por la habitación para calmarme soltando un par de suspiros de frustración. Un leve pensamiento de llamar a casa de los Caulfield se posa en mi cabeza, pero eso ya me parece demasiado.- ¿Señor Bay?-
- Sí, señor Bathor, perdone. No se preocupe, pero ¿podría decirle que me llame cuando llegue? Me urge hablar con ella, por favor.-
- Descuide señor Bay. Sin embargo, podríamos seguir hablando si no le importuna en este momento.-
- Claro.- respiro profundamente y me calmo.
- La boda tendrá un presupuesto de...-
Narra Lilibeth
Normalmente me gustan las fiestas, pero tengo una sensación rara desde hace unos meses. Es como instintiva, como si estuviera en estado de alerta siempre. Además, me encuentro mareada siempre, y noto como se me nubla la vista en muchas ocasiones. ¿Estaré en cinta? ¿Es normal que piense si estoy en cinta? Por naturaleza sería muy probable, ya que Austin y yo nos hemos unido en varias ocasiones, pero para mis padres sería un desliz y habría que celebrar la boda en cuanto antes. Pero estos síntomas son muy extraños, como si siempre estuviera cansada y me desplomara en cualquier momento. Para cuando quiero darme cuenta ya estoy delante de la casa de los Caulfield para la fiesta que han organizado.
- Los señores Caulfield vendrán en cualquier momento- un sirviente me coge el abrigo y dejó ver mi vestido de hombros destapados y de un púrpura satinado. Me acuerdo de que me emocionaba al ser amiga de una de las chicas más influyentes de Londres, y que madre siempre hablaba de sus fiestas... Y mírame, aquí estoy. Años después. Con personas que ya no están con nosotros pero como si nada hubiera cambiado.
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Sigue tu instinto [ Parte II]
Historical FictionDespués de muchos años de soledad y tristeza, Lili decide cumplir su promesa y viaja a Brooklyn, con el fin de encontrar la felicidad. Pero lo que encuentra allí no era algo que entraba en sus planes. Compromisos, llantos y dramas aguardan la secuel...