Capítulo 15

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Narra Austin

-Buenos días, estoy buscando al oficial Carson.- 

- ¿Tiene una cita programada con él, señor?-

- No, pero me envió esta carta.- se la dejo en el mostrador y a medida que sus ojos escanean la carta, cambia de expresión.

- Doctor Bay, acompáñeme por favor.- me dirige a un despacho con la puerta cerrada, pero por la que se pueden diferenciar varias figuras en movimiento.- Antes de nada, siento lo que les ha pasado a usted y su prometida.- le sonrío y asiento, y acto seguido abre la puerta.

- ¡Doctor Bay! Me alegra ver que está de una pieza.- enarco una ceja, pero hago caso omiso a tan desconcertante expresión.- Permítame que le presente al detective Harris.- nos apretamos las manos.- Colaborará en nuestra investigación sobre la explosión. Bueno, y siendo honestos, sobre la desaparición de su prometida, las fotografías y el té que usted reunió, ¿cierto?

- ¿Han registrado mi residencia de Brooklyn?- elevo un poco el tono a esa sorpresa.

- Señor Bay, recuerde que estamos del mismo bando, y sé que está dolido por tales acontecimientos, pero déjese ayudar y nadie saldrá herido.-

- Oficial Carson, percibo cierto sarcasmo en su tono. Y no me gusta el sarcasmo.- 

- Bueno, calmémonos. Es verdad lo que dice el oficial, estamos en el mismo lado y cuanto antes nos pongamos a trabajar mejor.- se aventura el detective a moderar el casi enfrentamiento.

Después de reunir las pistas junto a más policías, hablar de los sucesos y tomarme declaración, me mencionan que es necesario tomar declaración a Lili. Lili estaba en escenarios diferentes antes de que pasara todo, así que no ha podido bastar con mi versión de la historia.

- Está muy débil, así que les pido que sean pacientes y tengan cuidado, sobre todo en la forma en que dicen las cosas.- le echo una mirada al oficial.- Aunque es muy fuerte, no dudará en contar los hechos tal y como fueron. Confíen también en ella.-

- De hecho, doctor Bay, ha reunido la mayoría de las pistas. Es una mujer muy inteligente, ha tenido mucha suerte en que le corresponda el amor que le profesa.- el detective me toca el hombro con complicidad.

- Eso sí. Hemos conseguido reunir vagas delcaraciones de los trabajadores del teatro y pudimos confirmar, que el duque McFarthen ha huido del país. Qué tendría entre manos un hombre tan adinerado y de tal estatus con un grupo de coristas y trapicheos de la plebe.-

- Estoy seguro de que lo sabe, al igual que sabe que hay una gran probabilidad de que no sea un duque real.- todo esto es tan familiar, esto del título falso, del acercamiento a Lili...

- También estamos seguros, señor Bay, de que los señores Woodclock son bastante sospechosos. Sus propios estudios médicos demuestran que las bolsitas fueron envenenadas en específico para la señorita Lilibeth.- el detective cambia la sonrisa por una mirada triste- Sin embargo, no hay pruebas físicas para demostrar que son de la compañía Woodclock.-

- Ay, señor Bay. Si no fuera tan bello, no habría amor de por medio, y los daños serían menores. ¿No cree?- mi puño estalla en la mesa del oficial y el detective me toca la espalda- Señor Bay, seguiremos trabajando día y noche para que estén por fin tranquilos. Sin mover mi mirada del escritorio, me pongo la chaqueta y salgo de allí con grandes zancadas.

Una vez en la calle, dejo que las bocanadas de aire frío me templen el cuerpo, y la mente, por supuesto, que es la que más lo necesita. Me detengo a ver el escenario de escombros y humo del antiguo teatro, lleno de policías dando vueltas por la zona, algunas coristas comentando el suceso y señoras curiosas comentándolas a ellas, las cantantes.

Sigue tu instinto [ Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora