Capítulo 11

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Narra Austin


Me despierto sobresaltado y con la respiración agitada. Al quedarme quieto unos segundos me recorren escalofríos y me doy cuenta de que estoy sudando. Quizás tenga fiebre. Pero irónicamente, para un médico, tengo un mal presentimiento. No quiero decir que mi estado de salud se deba a una causa no científica, pero mi instinto me dice que algo está pasando. 

Siguiendo mi instinto, corro a llamar a casa de los Bathor. Cuando la teleoperadora no contesta, miro al reloj del salón y caigo en la cuenta de que no son horas de llamar. Me pongo un vaso de whisky y empiezo a darle vueltas a la cabeza: Lili, Louise, los desmayos... Estoy empezando a pensar que desde la última conversación que tuve con Louise, básicamente me espetó que trabaja con el duque McFarthen, que en varias ocasiones ha actuado muy sospechoso, incluso confundiendo y alejando a Lili de mí. ¿Qué conexión habrá entre ellos dos? ¿De qué se pueden conocer?

Desvelado, cojo un papel y empiezo a estudiar los síntomas e  ingredientes del té de Louise. Cuando ya llevo una carilla me echo hacia atrás en la silla, y una idea horrible pasa por mi cabeza: colarme en la fábrica de té. Cuanto más lo pienso, más tentador es, y cuando al final de la imaginaria reconstrucción aparece la carita de Lili, no puedo evitar vestirme y coger el abrigo.

 Son mis piernas las que se mueven, no mi sentido común. Voy a atravesar la puerta, pero antes cojo una palanca de metal de la cocina. No sé qué hago, pero abandono la casa. Al llegar veo que hay algunas luces tenues encendidas, así que intento no hacer mucho ruido.

Voy a la puerta trasera y está cerrada, así que hago palanca hasta que noto la sangre a punto de estallar de mi cabeza y mis venas muy hinchadas. Veo una ventana entornada que parece inalcanzable, pero salto lo suficiente como para agarrarme y con ello, por supuesto, hacerme daño en las yemas de los dedos. Primero subo una pierna y luego otra, hasta introducir mi cuerpo entero en la sala desde una distancia importante, que sufren mis tobillos. Se pueden distinguir varias estaciones a lo largo de la sala enorme, separadas por sabores y tipos de hojas, con recolección, envasado en las bolsitas y etiquetado para venderlos en paquetes. Puedo volverme loco aquí intentando averiguar cuáles son las hojas venenosas, o ¿quizás añada el veneno para sus propias bolsas? Si  es que soy un idiota, un imbécil. ¿Por qué la harpía de Louise mandaría bolsas de té a Lili como ''reconciliación''? ¿Cómo he podido ser tan tonto? Frustrado avanzo a un piso encima rodeado de barandillas que dan a la sala, y veo una puerta de despacho abierta. Entro y en ella hay un poco de desorden, pero cualquier pista es buena, pues no tengo por dónde comenzar. Después de quince minutos buscando, voy a parar al escritorio y empiezo a leer todos los papeles: pagos, transferencias, alquileres, ventas, gastos, contabilidad, mantenimiento... Hasta que en uno de los cajones encuentro un papel escrito a mano. Está doblado y pone Louise. Al desdoblarlo, leo:

15 bolsas de té de cada tipo para Louise. Envoltorios a nombre de Lilibeth Bathor. Añadir los recados a nombre de Louise Woodclock de la botica. 

Detrás de la hoja hay un dibujo, parece de bisutería. Es como un collar de cabras que se muerden la cola. No sé qué significado darle a esto.
Bien, pues la siguiente parada es la botica.


Narra Lilibeth


- ¡Lilibeth, baja!-

- ¡Ya voy!-

Recorro las escaleras a tanta velocidad que las hojas de los jarrones se balancean suavemente. Sin embargo, toda la felicidad que puede dar esa carrera llega a su fin cuando al final de la escalera tengo que apoyarme para no caerme, acompañado de las manchas en los ojos que desaparecen al sentarme en el último escalón a descansar. Desde ayer lo noto todo un poco más ralentizado, más cansado. Cada vez que me levanto de la cama, el sofá o cuando me someto a situaciones intensas, me mareo automáticamente. Sigo sin creerme que pueda haber una criatura dentro de mí absorbiendo la energía que tengo. O quizás tenga anemia. O será otra cosa... Lo que sé es que me lleva pasando desde hace mucho, y se ha agudizado estos últimos meses y semanas... 

Sigue tu instinto [ Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora