Cambiando Mi Destino.

Primer año: Regreso.

El lugar se encontraba en oscuridad, la luz de la luna llegaba a iluminar unas pequeñas partes del lugar, ya que era lo único que llegaba a infiltrarse a la casa.

En el lugar un poco más escondido debajo de las escaleras, se encontraba un almacén con candados, cerrado lo más posible, para que el niño no pueda salir del lugar.

En ese pequeño lugar estaba un niño pequeño, desnutrido, ropa más grande de su tamaño, no tenía nada con que más taparse del frío.

El niño empezó a respirar con dificultad, a sudar por todo el cuerpo, de pronto por unos segundos dejó de respirar.

Abrió lentamente los ojos, no sabía dónde se encontraba, una vez más calmado empezó a ordenar mejor sus emociones y pensamientos, ya que le empezaban a dar un dolor de cabeza.

-"Lumus"- dijo el niño.

Al observar el entorno se dió cuenta que era pequeño, pensó que lo habían encerrado en aquel lugar, no sabía el porque de sus acciones de quién más confiaba.

Empezó a sentir su cuerpo, ya que le exigió algo de comer, lo cuál sus pensamientos lo llevaron a maldecir a su esposa por no alimentarlo, aunque también es posible que no lo hiciera para no darle fuerza para escapar.

Al estar perdido en sus pensamientos no se dió cuenta que su cuerpo estaba muy hambriento y débil más de lo esperado.

Alzó sus manos, sorpresa que llevó al darse cuenta que tan pequeñas cómo las de un niño.

-"¿Niño?"-

Invocó un espejo para verse mejor, entrando rápidamente en shock.

Su reflejo no mostraba una cara madura, si no la de un niño pequeño, más específico su yo de niño, piel mortalmente amarillenta, desnutrida.

Se concentro más en su entorno y más preocupado y felíz empezaba a comportarse.

Por azares del destino había regresado al pasado, más bien su alma y recuerdos, pero lo preocupante es que llegó en una parte de su vida más difícil.

Cuándo todavía no sabía de sus padres, su magia y de Voldemort, a una etapa en el cuál vivía en sus detestables tíos en ese entonces.

Hoy no había terminado de hacer sus 'tareas' y terminó encerrado y sin comer en el lugar. Al igual que hoy su próximo cumpleaños número 8, tiene suficiente tiempo para 'disciplinar' a sus tíos antes de la llegada de Hagrid.

Haciendo un hechizo hacia la puerta logró quitar los candados, pero lo dejó un poco más cansado por el uso de la magia sin varita.

Saliendo del lugar se dispuso a ir a la cocina para tomar algo de comer, una vez satisfizo su estómago...