Cambiando Mi Destino.

Capítulo 4

Dos duendes los hicieron pasar y se encontraron con un amplio vestíbulo de mármol. Un centenar de duendes estaban sentados en altos taburetes, detrás de un largo mostrador, escribiendo en grandes libros de cuentas, pesando monedas en balanzas de cobre y examinando piedras preciosas con lentes.

Los cuatro se acercaron al mostrador de un duende desocupado.

-"Buenas tardes"- dijo Harry en el idioma de los duendes Duendingonza, sorprendiendo un poco al duende, ya que recuerda que los magos no se han tomado la molestia de aprenderlo

-"Hemos venido a hacernos una prueba de herencia"- hablé con educación y formalidad.

-"¿Quiénes son para pedir tal prueba?"- preguntó el duende con demasiada seriedad.

-"Harry Potter y parientes"- señalé a los Dursley. Repentinamente el duende estaba buscando mi cicatriz en mi frente, por supuesto se la mostré y pareció satisfecho.

-"Por supuesto señor Potter, síganme, les llevaré hacía la sala donde se realizan las pruebas"- asentí satisfecho.

-"Síganos, no se vallan a perder"- les avisé a los Dursley, parecían ¿satisfechos?, eso es raro, bueno en un rato lo sabremos. Llegamos hasta enfrente de una puerta elegante bellamente decorada y grande.

-"Esperen aquí, les informaré cuándo pasar"- nosotros nada más asentimos, unos momentos después salio el duende diciéndonos que Berkshire , el duende encargado de las pruebas, nos podía atender y que pasáramos a la sala.

Nos adentramos en la sala, noté que el lugar era espaciosa de color blanco, en una de las esquinas se encontraba un escritorio grande de madera.

-"Bienvenidos señores. Yo soy Berkshire, espero les sirva mi ayuda"- asentimos.

-"Gracias por su ayuda señor Berkshire, esperemos nos llevemos bien"- contesté de forma educada y formalmente dejando por un momento al duende sorprendido.

-"Bien, vamos a empezar con la prueba de herencia"- dijo Berkshire sacando pergaminos y dagas bastante bonitas.

-"Me gustaría que nos hiciera una prueba de detección de hechizos, maleficios y pociones, por favor"- dije lo más calmado que podía, ya que sospecho que sí tenemos varios sobre nosotros.

-"Como usted guste lo haremos"- contestó el duende sacando otros pergaminos de color sangre y empezando a escribir lo más rápido que podía.

-"Muy bien señores empezaremos con lo mas fácil que es realizar la prueba de herencia, necesitaré dos gotas de sangre de cada uno en cada pergamino que les voy a dar, se cortan con la daga"- nos explicó el duende pasándonos los pergaminos y las dagas.

Los Dursley dudaron un poco, pero al final lo hicieron, se cortaron la palma de la mano dejando caer las dos gotas de sangre, de los dos pergaminos salieron disparadas muchas palabras.

Berkshire tomó rápido los pergaminos comenzando a leer primero el de tío Vernon, puso una cara sorprendida, terminando de leerlo comenzó con el de tía Petunia, igual que antes se sorprendió con lo que leía.

Antes de que terminara de leer el de tía Petunia, Dudley y yo nos cortamos la palma de la mano dejando caer las dos gotas de sangre, igual que antes salieron disparadas las palabras y el duende los agarró, se sorprendió nuevamente.

-"Antes de decirles que dicen, pongan tres gotas de sangre en estos otros pergaminos, son los de detección"- nos pasó los pergaminos, sin dudarlo nos cortamos la palma de la mano para dejar caer las tres gotas de sangre.

El duende nos quitó los pergaminos empezando a leer en el mismo orden que antes, frunció el ceño furioso, salió corriendo de la sala, escuchamos varios gritos, no entendí muy bien ya que eran muchas voces.

Un rato después llego con otros diez duendes vestidos con túnicas blancas, me empecé a enojar ya que no me gusta para nada lo que está pasando.

-"Disculpe, pero, ¿nos explicaría qué está pasando?"- pregunté a Berkshire, ya que parecía distraído y confundido por la pregunta.

-"Claro"- dijo el duende cuando comenzó a leer los pergaminos, nos quedamos quietos un buen rato, ya que de lo que nos enteramos no era nada bueno. Descubrimos varias verdades que nos mantuvieron en secreto.

Mis parientes no tan parientes resultaron ser manipulados sin que ellos se dieran cuenta, al igual que con mis padres, parece ser que los estuvieron manipulando desde antes de graduarse y después de salir de Hogwarts.