Recuérdame

Capítulo 30

Mi boca se unió con la del ojiazul en un beso lento y suave, mis manos acariciaban su cabello y las suyas iban desde mi espalda baja hasta mi trasero, en donde se quedaba unos cuantos segundos presionándolo a su gusto

Una falsa tos se escucho a la espalda de Valen, y aúnque el mayor no quería separarse, lo obligué a soltar mi boca. Miré por sobre su hombro encontrándome con un avergonzado Mateo

– Perdón que interrumpa, es lo que menos quiero hacer, pero venía a avisarles que los llaman sus mamás para comer – dijó mirando a cualquier lugar, menos a nosotros

– ¿Estas seguro que no te gusta interrumpir? Dejame dudar de eso – dijo Valentín para después soltar un bufido

Lo miré sério, para después mirar al menor – Gracias por avisarnos Teo, ya vamos – dijé amablemente regalándole una sonrisa al menor.

El más pequeño asintió, y segundos después se metió a la casa, cerrando la puerta del balcón detrás de él.

– ¿Por qué le hablas así? – le pregunté enojado

– Porque me pinta – dijó para después alejarse de mi

– Hoy a la mañana cuando lo viste estaba todo bien, hasta lo abrazaste,¿Qué es lo que te pinta ahora? – pregunté sin entender

– Ni me hagas acordar lo de hoy, llegar a buscarte y verlo a él solo con el pantalón puesto y vos saliendo con una toalla, no fue algo muy lindo – su enojó se notaba cada vez más

– ¿Estas celoso de Teo? – pregunté – Sos un idiota, cumplimos dos años juntos, estuve esperándote por más de cuatro meses y vos te pones celoso de Mateo, mi amigo, mi hermano, el novio de uno de mis mejores amigos, no te soportó, – solté al no obtener respuesta de su parte – y y no quiero hablar con vos, con el otro Valen puede ser, pero vos, ni me mires – dijé para después caminar hacía la puerta

Mi muñeca fue tomada por la mano de Valen, y con un fuerte movimiento me dejo apoyado en su pecho, tomó con sus manos mi cara, para después unir su boca a la mía

– ¿Sabías que amo cuando te enojas? – preguntó cuando nos separamos

– No me vengas con cursilerías ahora, estoy enojado – dejé otro rápido beso sobre sus lábios y con el ceño fruncido me adentré al departamento,  escuchando la leve risita que soltó

– Al fin – gritó Mauro

Sonreí tímidamente ante tantas miradas, y caminé en dirección al sillón en el cual se encontraban Mateo y Manu. Valen llegó minutos después fijando su mirada en mi y la cercanía que tenía con el morocho.

El ojiazul rodó los ojos sentándose al lado de sus padres con mi madre a poca distancia

– Contame como fue que te acordaste – pidió mi madre

Y así se pasó la mayoría de la noche, los presentes bombardeando de preguntas al recién llegado y mis ojos intentando no mirarlo.

– ¿Qué pasó? – preguntó Teo después de un rato

– Es un idiota que esta celoso de vos, o sea de vos Teo, entendés, yo te amo pero como mi amigo, mi hermano, no más que eso – dijé con frustración

– Lo se amigo pero entendendelo, tiene miedo de perderte ahora que te recordó – intentó justificar el morocho

– Que la chupe – dijé enojado

– Eso si que lo va a hacer, pero cuando nos vayamos todos seguramente – mis mejillas se calentaron ante las palabras de Manuel.

....

Alrededor de la una de la madrugada se fueron todos, después de muchos besos, abrazos y palabras de alegría, me dejaron solo con el idiota, el idiota tan lindo y que más amo en el mundo.

Estaba levantando unas botellas que quedaron tiradas en el suelo, cuando una gran mano impacto directo en mi trasero, un fuerte gritó se escapó de mi garganta al mismo tiempo que giraba a encarar el cuerpo del mayor.

Su boca se unió con la mía antes de que ningúna palabra pueda salir de ella, dando pequeños pasos llego hasta la pared más cercana, apoyando mi espalda sobre está, sus manos tomaron mis muñecas para después sujetarlas por encima de mi cabeza.

El beso demostraba pasión, amor, y sobre todo la falta que nos hicimos durante este tiempo. Su lengua jugaba con la mía recorriendo la cavidad bucal contraría. Mis manos picaban por tocar su cuerpo, pero cada vez que intentaba soltarme, su agarré generaba más presión sobre estas.

Su boca abandonó la mía, comenzando con un cambio de besos y mordiscos desde mis lábios hasta mi oreja, mis jadeos y gemidos no tardaron en llegar. Valentín sabía muy bien donde y como tocar.

– Valen – gemi alto

– Te extrañe mucho – volvió a mi boca

– Haceme el amor por favor – pedí desesperadamente ante sus caricias.

El ojiazul volvió a unir nuestras bocas, mientras con un rápido movimiento enredaba mis piernas por su cintura, lo cual aproveche para abrazarme a su cuello, dejando caricias por parte de su espalda alta, Valen comenzo a moverse en dirección a nuestra habitación, con nuestra manos recorriendo el cuerpo del otro y nuestros labios danzando juntos.

               
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Holi, no me odien, porfis, no me acordaba que hacía tanto que no subía nada, aunque tampoco es mi culpa, si quieren pueden bardear a mis profesores por tirarme mil trabajos finales juntos ahre

Las extrañe bebus!! Espero que les gusté y las adoro

Pd: Amo dejarlas con las ganas de leer sexo entre ellos (risa malvada) ahre