▫capítulo 1: 'déjame caminar a tu lado'

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"Deseo conocerlo"

Esas fueron los pensamientos de una chica de 16 años, de cabellos marrones, largos y algo alborotados, ojos verdes agua que transmitian la pureza de su alma. Ella era una chica que vivía en la aldea de Seiryuu, ella quería conocerlo siempre habían rumores sobre: "si le miras a los ojos te conviertes en piedra" o "si te acercas la maldición te perseguirá".

Ella siempre pensaba que esas cosas no existen, las maldiciones eran un cuento de hadas. Así que estaba decidida a verle con sus propios ojos y confirmar esas patrañas.

_ ¡definitivamente lo voy a encontrar! -dijo con mucho entusiasmo, para adentrarse en lo que los aldeanos llaman como "laberinto maldito"- bueno...eso fue lo que dije pero...

Mira con mucho odio que ya no había salida, por lo que suelta un suspiro en señal de frustración.

_ esto es más difícil de lo que pensé -dio la vuelta para apoyar su espalda en la pared donde terminaba su camino, pero esta se abrió haciendo que la joven caiga hacia atrás- ¡woo!

Alzó la vista para ver que la "puerta" se había cerrado, mira a todos lados viendo que habían antorchas encendidas.

_ ¿un pasaje secreto? -una emoción inundó su cuerpo, comenzó a caminar con una sonrisa, admirando el lugar que nunca la dejaron pisar. No obstante las luces se apagaron, haciendo que sea imposible ver.

_ ¿eh? -su felicidad reducio a nada, no le gustaba la oscuridad, tenía mucho miedo- ¿alguien?, ¿Hola? -dijo asustada mientras se dejaba caer de rodillas mientras sus lágrimas empezaban a caer sin restricción.-

"¡alguien!, ¡alguien!. ¡tengo miedo!"

Sus pensamientos al igual que sus lagrimas fueron paradas por un suave sonido de un cascabel, alzó la vista para observar la misma nada pero sintió como alguien tomaba su mano y la ayudaba a ponerse en pie.

No tuvo miedo, al contrario se sintió tan bien ese tacto que no sintió como empezaban a tirar de ella para que camine.

" ya no tengo miedo"

Sonrió mientras miraba sus manos unidas, no las podía divisar por la oscuridad pero sus manos estaban juntas.

Al ver algo de luz supo que la estaba regresando al exterior por lo que frenó de golpe.

_ no, no quiero ir -dijo con voz demandante, no quería ir antes de conocer a seiryuu.

Volvió a escuchar el sonido de los cascabeles por lo que alzó la mirada, había algo de luz y pudo divisar a su Salvador. Tenía una máscara ocultando su rostro y un cascabel amarrado a ella.

_ seiryuu -susurro con sorpresa, fue entonces donde se dio cuenta que todos esos mitos urbanos no eran más que cuentos. Él era tan bondadoso, no se merecía estar encerrado en ese lugar oscuro y lumbre.

Él se giró para irse pero lo detuvo de su Manga.

_ no te vallas, Llévame contigo -dijo con un pequeño sonrrojo en su rostro, no hiba a dejarlo sólo en ese lugar. ¡jamás!.

Él negó con la cabeza.

Ella hizo una mueca, no podía ver que tipo de expresión estaba poniendo pero no se regresaría a esa aldea que no hace más que hablar mal de las personas.

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