▫capítulo 2: 'déjame estar a tu lado'

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(Narra Rin)

Han pasado ya algunas semanas estando a su lado y a sido muy divertido. No habla mucho pero es un chico amable y tierno.

Nunca me ha a dejado ver sus ojos o su rostro en sí, cada vez que intento quitar su máscara se va hacia a un lado y niega varias veces con la cabeza.

Me he aprendido mucho mejor los pasadizos de este lugar pero aun necesito la ayuda de Seiryuu, me gustaría darle un nombre propio pero tengo miedo de que tal vez no le guste.

_ ya regresé -dije con una sonrisa y como siempre él estaba sentado en el suelo acariciando a Ao, cuando escucho mi voz se giró para verme.- ¿tienes hambre?

Un asentimiento de parte de él me fue suficiente para entregarle algo de comida, cada vez que salía a la aldea por busca de comida se corrían de mi por miedo a dicha "maldición" que no existe.

_ deberías venir conmigo a la aldea de vez en cuando, nunca sales y paras aquí encerrado -se lo sugerí dando una mordida a mi manzana mientras le entrego una bellota a Ao para que la pueda comer.

Sólo pude ver que negaba dos veces, cada vez que lo hacía el sonido de sus cascabeles sonaban.

Me quedé callada al ver como terminaba su comida de una manera rápida, si que era glotón, me empiezo a reír por lo que había estado pensando.

Seiryuu le quedo mirando curioso del por que su única amiga reía...amiga, que bonito zonaba.

Deje de reír por unos segundos, mirando a mi acompañante y al ver que tenía su atención un sonrrojo inundó mis mejillas, me giré dándole la espalda para luego tapar mi cara con mis manos estaba muy sonrrojada.

No lo quería aceptar pero me había enamorado de él, no lo pude evitar...cada vez que él me toma la mano para ayudarme a caminar cuando la oscuridad es mucha siento que puedo con cualquier cosa, deseo más que nada ver su rostro libremente y decirle mis sentimientos...pero no creo que yo le guste.

Sólo soy una chica de 16 años, sin nada especial, no era tan bonita como para llamar la atención aunque mis padres siempre me decían que era una doncella. ¡eso era mentira!.

Mi cabello es rebelde y mis ojos de color verde agua no había nada en especial en mi...nada. Sólo era una chica común y corriente que se había enamorado de un hombre maravilloso que tal vez no me correspondía pero aun así...¡no podía rendirme!. Una vez y me Di animos mentalmente, me Di la vuelta para hablar y decirle lo que siento.

_ ¿Seiryuu? -me giré algo nerviosa para poder hablar con mi acompañante pero no estaba, parpadeo un par de veces y al volver a girarme él estaba en mi al frente- ¡waa!

Mi grito nos asustó a ambos, ya que los dos estábamos sentados en el suelo con una mano en el pecho.

_ me asustaste -dije respirando agitadamente.

_ tu rostro esta rojo...-me dijo para poner una mano en mi frente eso hizo que mis mejillas ardieran más.

_ es por tu culpa -susurre mirándolo con algo de sorpresa por mis propias palabras, él retiró su mano de mi frente, por su boca entre abierta deduje que estaba sorprendido.

_ ¿mi...culpa? -detecte algo de dolor en sus palabras, mal dije en mi mente por decir eso, pero ya no había marcha atrás.

_ ¡si!, ¡tu culpa!, ¡tu me haces sentir así! -grité mientras tomaba sus mejillas que no eran cubiertas por su máscara y lo acerqué a mi para juntar nuestros labios en un beso.

Movía mis labios de manera lenta y pausada, queriendo que él me siga el ritmo pero no se movía parecía que se había quedado de piedra.

Me separe de su boca para verlo pero él se quedó así, con su boca entre abierta.

Enseñando A Amar Al Dragón Azul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora