Las paredes del templo permitían suponer que la construcción había resistido cientos de años en pie. Comenzaron a subir uno por uno los empinados e interminables escalones que llevaban a la entrada y, una vez allí, se encontraron con imponentes pilares que custodiaban la puerta.
Desde afuera, la oscuridad del interior parecía absoluta, por lo que Melina se descolgó rápidamente el bolso que llevaba en su espalda y saco linternas.
Rita tomo una y alumbro el gran arco de la entrada. Enormes telarañas cubrían todo y no dejaban ver más allá.
-No quiero entrar, Lynita -Dijo la anciana con una mirada de preocupación en el rostro-. Este lugar es horrible.
-Pero adentro esta nuestro tesoro, abuela -Le respondió su nieta, mirando insegura hacia el interior del templo-. ¿No querés saber que nos dejó tu padre?-¿Que tesoro? -Se sorprendió Rita.
-Uh, ya se olvidó -Intervino Melina-. Abuela, hay un tesoro ahí adentro esperándonos. ¿Vamos a buscarlo?
-Ay, si, M'hijita, un tesoro... ¡Que divertido!
-Respondió la anciana, de nuevo entusiasmada, y entro.Lyna y Melina caminaron quitando las telarañas como podían, mientras la abuela y el Señor Pato las seguían de cerca. Una vez que se abrieron paso en el interior, las chicas se refregaron las manos contra la ropa con disgusto, intentado deshacerse de la telaraña que se les había quedado adherida. Luego, las tres levantaron sus linternas y observaron lo que las rodeaba. Las paredes húmedas y desgastadas le daban un aire tenebroso a aquel lugar donde reinaba el silencio.
Los únicos sonidos que se podían escuchar eran los pasos y la respiración de los cuatro intrusos que ahora lo recorrían, y algunas goteras que llenaban de charcos el suelo.
Melina vio algo que llamo su atención cerca de uno de los muros y se acercó para alumbrarlo mejor. Allí, llena de polvo, pudo ver una antigua cajita musical de madera, adornada con finos dibujos de color dorado.
Luego de observarla por unos segundos, la abrió, y una dulce melodía comenzó a sonar mientras una pequeña muñeca vestida de bailarina giraba en su interior. Rita escucho la melodía y se acercó rápidamente a su nieta.
-Esa música... ¡Suena como mis clases de Reggaetón! -Dijo entusiasmada, mientras movía las caderas siguiendo el ritmo.
-Eso no es Reggaetón, abuela -La interrumpió Lyna y se acercó a su hermana con el pato en brazos.-¿Y entonces de donde me suena tanto?
-Pregunto Rita y miro con atención el objeto que su nieta sostenía-: ¡Mi cajita! ¡Creía que la había perdido!-Hay una nota adentro -Se apresuró a decir Melina, mientras sacaba una desgastada hoja del interior. Cerro la caja, se la dio a su abuela para que hiciese con ella lo que quisiera, y empezó a leer en voz alta.
Continuara...
Autor del libro original: Evelyn Vallejos (Lyna)
Fecha de Publicación: Octubre 2018
ESTÁS LEYENDO
Una Familia Anormal: En Busca del Tesoro de Minuca
Phiêu lưuLyna y Melina van a pasar las vacaciones a casa de su abuela Rita y como se aburren fácilmente, se dedican a explorar los rincones secretos de la casa. Un día el Señor Pato desaparece y cuando lo encuentran, encuentran también un cofre con instrucci...