Los Escalones de la Muerte Pt. 2

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Los primeros escalones fueron fáciles de saltar y la abuela Rita comenzó a alentar a sus nietas mientras se agarraba con todas sus fuerzas a la espalda de Lyna. Pero a medida que avanzaban, el cansancio iba actuando sobre sus cuerpos, y la brecha entre escalón y escalón se abría cada vez un poco más.

Al llegar al tercer escalón, Lyna se acercó al borde y miro hacia abajo: las piedras filosas se erguían amenazantes abajo de sus pies. Fue entonces cuando el miedo la invadió, y temblando de nervios, dio un largo salto con el que apenas llego al cuarto peldaño.

-¡¡¡Llegue!!! -Grito Melina con euforia-.
El final es lo más difícil, pero dale, Lyn, ¡Que vos podés!

Lyna continúo saltando hasta llegar al último escalón, ese que según su hermana era "El mas difícil". Y pronto comprendió por qué: la distancia era abismal y el peldaño lucia como si estuviese a punto de derrumbarse. Con solo mirarlo daba un miedo tremendo. Además, Lyna cargaba con su abuela en la espalda.

-Necesito descansar un poco -Dijo mientras le hacía señas a Rita para que bajase cuidadosamente-. Esto es muy peligroso, no lo vamos a lograr -Se lamentó mientras volvía a mirar las aterradoras y filosas piedras que asomaban desde abajo.

Habían escalado tan alto que la caída podía ser mortal.

-Es difícil, pero se puede -La alentó su hermana mientras liberaba al Señor Pato de la mochila.

Lyna entendió que este no era momento para dudar o echarse atrás. Lo que tenía que hacer ahora era juntar coraje y cumplir su misión. Volvió a alzar a su abuela sobre la espalda. Cerro los ojos, respiro profundo y se dijo a si misma que todo estaría bien. Dio dos pasos hacia atrás para tomar carrera y luego salto con toda su fuerza.
Pero la abuela pesaba demasiado, y ese peso no le permitió alcanzar el escalón.

Fue capaz de aferrarse con las manos al borde, mientras su cuerpo colgaba en el aire, a punto de caer en cualquier momento.

-¡Ayudá a la abuela! -Grito Lyna a su hermana, que estaba mirando lo que ocurría a solo un paso de distancia.

Temblando de los nervios, Melina se arrodillo junto al borde del peldaño. Quería salvar a ambas, pero tenía miedo de no lograrlo, ya que juntas eran demasiado pesadas. Así que le hizo caso a su hermana: tomo el brazo de su abuela y tiro de el con todas sus fuerzas. Alcanzo poner a Rita a salvo. Pero los segundos pasaban, y Lyna se debilitaba: su brazo izquierdo no soporto la presión y cedió. Solo los dedos de la mano derecha impedían que cayera a una muerte segura.

-¡Dame la mano! -Grito Meli, y Lyna levanto su brazo libre tan alto como pudo.

Su hermana y su abuela lo sujetaron con fuerza y comenzaron a tirar. -¡Aguantá, Lynita querida!

Tiraron y tiraron mientras el Señor Pato graznaba enloquecido.
¡Y lo lograron!

Lyna se recostó de espaldas sobre la piedra, con la respiración agitada. Su hermana y su abuela, de rodillas a su lado, no podían creer lo que había pasado. Pero una cosa era segura: habían superado el reto. Las esperaba una gran puerta y, tan pronto como comenzaron a caminar en dirección a ella, un sonido de cerrojo desbloqueándose les indico que podían pasar a la próxima sala.

Continuara...

Autor del libro original: Evelyn Vallejos (Lyna)

Fecha de Publicación: Octubre 2018

Una Familia Anormal: En Busca del Tesoro de MinucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora