La Prueba de Margarito Pt. 1

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Lyna dio unos pasos tambaleantes, pero su cuerpo apenas respondía. Un sudor frío la recorría de pies a cabeza y temblaba como nunca antes. Se dejó caer en el suelo, justo al lado de la puerta, y todos se acercaron a ella. Su hermana la abrazo. Rita la imito. El Señor Pato le picoteo cariñosamente el pie.

-Gracias - Dijo Lyna con un nudo en la garganta-. No sé qué me hubiera pasado sin ustedes.

-Sin mí no habrías tenido problemas para llegar al otro lado, Lynita -Le dijo la anciana mientras le rodeaba el rostro con sus manos-. Así que soy yo la que tiene que agradecerte.

-¡Que susto me dieron! -Exclamo Melina-. Pensé que iba a tener que cuidar al Pato yo sola -Agrego mientras sonreía.

Lyna y la abuela la miraron en silencio por un segundo, pero pronto las risas de las tres brotaron e inundaron la sala, mientras el Señor Pato graznaba sin parar.

Descansaron durante un tiempo que pareció eterno, aunque solo había pasado media hora.

Cuando Lyna sintió que había recuperado la fuerza, le dijo al resto que lo mejor era seguir adelante.

-Creo que deberíamos ver qué hay del otro lado -Dijo mientras se incorporaba y abría la puerta.

Cruzaron el umbral y, cuando las antorchas llenaron de luz la sala, se quedaron petrificados.

Comprendieron al instante que esa era la prueba de Margarito había plantado para ellos.

Mirasen hacia donde mirasen, el lugar les resultaba completamente familiar: Una réplica exacta de la sala de estar de la casa en la colina donde las niñas pasaban sus vacaciones.

Comenzaron a recorrerla acariciando con las yemas de los dedos todos los objetos que veían, sin salir de su asombro.

-Lyna - Susurro Melina mientras la abuela se alejaba inspeccionando el lugar-. Mirá, hay un jarrón igual al que rompimos -Dijo y lo señalo con disimulo.

Su hermana asintió y Melina se acercó al objeto para llevárselo, pero apenas lo levanto de la mesa sobre la que estaba apoyado, una flecha cruzo la habitación, le rozo el pelo y termino por clavarse en la pared, a centímetros de ella.

Melina retrocedió rápidamente, asustada.

-¡Abuela, no toques nada! -Exclamo Lyna al ver lo que había pasado.

Los objetos de la habitación eran peligrosos, sí. Pero ¿Por qué? ¿Que había que hacer para superar esa prueba? Las chicas intentaban comprender por qué se disparó la flecha, de donde había venido y que debían hacer.

-M'hijitas, miren esta pintura -Dijo Rita, que no había escuchado la advertencia de su nieta, mientras descolgaba la pieza de arte de la pared-. Es muy bonita, creo que quedaría bien en la sala.

Lyna y Melina la miraron con pánico, pero se sorprendieron al ver que ninguna flecha cruzaba la habitación.

Debajo del cuadro había un botón. La abuela no dudo en presionarlo. Pero nada ocurrió, solo un chasquido, como si un engranaje se hubiera activado en algún lugar de la sala.

Continuara...

Autor del libro original: Evelyn Vallejos (Lyna)
Fecha de Publicación: Octubre 2018

Una Familia Anormal: En Busca del Tesoro de MinucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora