Las semanas pasaban rapido, ya sabía quien era el novio de Betanía le llamaban S. más no lo conocia Betania me atraía mucho, tenía algo especial en ella y no me provocaba solo llevarmela a la cama como al resto de mis amigas, o conocidas, en fín a ellas... Salía con Betania muy amenudo, ya se estaba acostumbrando a mi velocidad, pero cuando la sentía nerviosa simplemente bajaba la velocidad, era una chica completamente tranquila, un poco desordenada, pero tranquila, siempre usaba ese perfume que tanto me atraía no sabía cual era, se había convertido en el extasís mío, siempre que me veía con Nazareth y Betania, esta se sienta de mi copiloto, la he sabído conocer... Son semanas muy bonitas, ya casí no tengo peleas despues del problema con el tipo que quizo hacerle mal a Betania...
Hoy he quedado para verme con Alberto, Nazareth y Betania, vamos a ir al cine, pero no se cuanto más me pueda soportar en decirle que ella me atrae, la verdad ahora que la veo todos los días se me hace muy complicado... Cuando la veo solemos estar abrazados, como novios, a veces nos agarramos de la mano, pero ella respeta mucho a su novio. Me levanté de mi cama y me fuí a bañar de inmediato.
Al salir de la ducha tenía dos llamadas perdidas, eran de Betania, le devolví las llamadas de imediato:
-Aló, cielo ¿que paso? qué me estabas llamando
-¿Nos veremos hoy? Iras al cine con nosotros, hoy se estrena una pelicula buenisima, se llama Anabelle es de terror...
-Claro... Ya me estoy vistiendo -Dije soltando una carcajada ahogada- en 30 minutos estoy en tu casa, y venimos a tomar un café ¿te parece?
-Ok, esta bíen A...
-Nos vemos...
-Ok...
Me vestí, no sabía lo que podía pasar, yo solo no quería llevarme a Betania a la cama, no sabía que pasaba, ni que lograba ella en mí, ella es pequeña más bien es comparada con un Hobbit en relación a tamaño, pero su belleza se compara a en un elfo, en medía hora como había prometido estuve en la puerta de su casa y ella estaba en la puerta, lagrimas corrian por sus mejillas, sus ojos estaban rojos de tanto llorar... No sabía que pasaba, ni en que pensaba. Me baje de inmediato del carro...
-A. no podré ir no ando bien te lo juro -Sus ojos inchados no me parecian de familia- acabó de terminar con mi novio
-Montate en el carro -le abrí la puerta, como de costumbre- Por favor.
-No A. disculpame pero no puedo.
-Bueno entonces voy a tener que secuestrarte, montate por las buenas cielo.
-Mirame como estoy toda destruida, ni me pude vestir...
-Sube y baja. Vamos a comernos algo.
-No A. Por favor, no puedo... -La abracé.
-Ve, acá te espero. Apurate ¿sí?
-Esta bien -dijo frunciendo el seño y cruzando los brazos.
Subió y duro unos 15 minutos cambiandose, de inmediato bajo, un sweather que le tapaba las mangas era negro y tenía el simbolo de adidas en el pecho, unos vaqueros pegados y unos zapatos deportivos, el cabello estaba completamente desordenado, sin ningun tipo de maquillaje.
-Vamonos -dijo, mientras yo le abria la puerta.
-Ok, no iremos a ningun lado donde te puedan ver, vamos para mi casa señorita -le dije.
-Está bien -Dijo con cara de pena.
Paramos en una farmacía para comprar toallitas para secar, ella no paraba de sacarlas y secarse la cara, yo no sabía que había pasado, pero pensaba saberlo de cualquier manera, me dolía el corazon ver las lagrímas correr por ella
-¿Que sucedió? -pregunté
-Me mandaron unas fotos S. estaba con otra, no entiendo por que pude ser tan estupida. Le creía todas las que me decia, y la verdad no sabía nada -dijo, su cara de rabia aumentaba constantemente- A. lo odio.
-Pero, ¿Quien te mando las fotos?. -detuve el carro- ¿Ya hablaste con S?
Subimos hasta mi apartamento, ella no paraba de llorar, más nunca había subido, Nazareth como es mi casí hermana si había subido tantas veces que ya hasta tenia la llave de mi casa.
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ELLA Y EL
RomanceEstá es la historia de dos locos enamorados, que sin conocerse ya sé querían... Se unieron a raíz de sus diferencias, como los polos opuestos. Espero sea de su agrado.